Una rosa es una rosa

Ahora viene la crítica. Doña Rosa, en una reciente entrevista concedida al diario El Mundo, se lamentaba de que el sistema electoral favorecía a los nacionalismos, que es injusto y que blablablá. Que yo sepa, nuestro sistema electoral no ha cambiado y Rosa Díez lleva muchos kilómetros de política en la suela de los zapatos. Como algunos recordarán, fue candidata a la secretaría general del PSOE. Ha sido consejera del Gobierno vasco, diputada nacional, europarlamentaria, se presentó a las elecciones primarias de su partido a candidata a lehendakari o como se diga en femenino y durante todos estos años en el PSOE, no se le ha oído criticar el sistema electoral. Chitón. Estoy de acuerdo con muchas de las ideas expresadas en esa entrevista, pero del caserío, no me fío. ¡A buenas horas mangas verdes! Yo, a los 20 años quería hacer la revolución, pero me duró hasta que empecé a currar y me di cuenta que la gente pasaba de la revolución, que eso de coger el fusil como Johnny y asaltar palacios de invierno, pues como que no. Pero tenía 20 años y la democracia era orgánica. Doña Rosa Díez hace más de 30 años que tuvo 20 y es demasiado tarde para que cambie de idea. Tengo la sensación de que sus palabras son poco creíbles. Nada.