“Nuestra economía necesita reformas importantes”
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
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Miguel Arias Cañete, en un momento de la entrevista (Foto: J. Q.) |
Ministro de Agricultura en el segundo gobierno de José María Aznar, Miguel Arias Cañete es el actual secretario de Economía y Empleo del Partido Popular, además de figurar como número ocho en las listas al Congreso por Madrid. En la tarde del martes estuvo en Torrelodones, protagonizando un acto que reunió a unas 100 personas, entre ellas el presidente local del PP, Mario Mingo, los alcaldes de Alpedrete, Marisol Casado; Villanueva del Pardillo, Juan González Miramón; y la localidad anfitriona, Carlos Galbeño, además de numerosos empresarios. Arias Cañete alertó de la pérdida de “productividad y competitividad, mientras que Zapatero se atreve a decir que estamos en la Champions League de la economía europea”. Como objetivos, dijo, el PP se marca situar la renta per cápita a la altura de Francia y Alemania, con un crecimiento del 3,8 por ciento en 2011, rebajar el paro hasta el 6,5 e impulsar el superávit de las cuentas públicas.
¿Cuál es la impresión en el PP tras el primer debate entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy?
Fue un debate en que había un candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, que estaba centrado en los problemas que realmente preocupan a los ciudadanos: el paro, la subida de los precios, la inmigración, el terrorismo… Y un presidente del Gobierno que estaba muy descompuesto, nervioso y que quería obviar la crudeza de los datos de la realidad económica hablando del pasado y echando balones fuera. Quieneslo están pasando mal económicamente debían estar absolutamente perplejos.
¿Hasta que punto puede afectar la coyuntura internacional a nuestra economía?
Somos un país muy vulnerable, porque estamos en una situación de falta de liquidez. Las familias deben 895.000 millones de euros y eso complica mucho la refinanciación de ese pasivo y hace muy difícil la vida a los empresarios y a las instituciones financieras. Si la crisis se prolongara en el tiempo y los Estados Unidos entrasen en recesión el próximo trimestre, podríamos tener un panorama de muy poco crecimiento el año que viene, que afectaría directamente a la creación de empleo, que es lo que más nos preocupa en el PP. Somos muy vulnerables a la situación internacional, en contra de lo que dice el presidente del Gobierno.
¿Hay verdaderos motivos para esa alarma de la que habla el PP?
Hay motivos, pero sobre todo porque hay muchos desequilibrios en la economía española. Hay una situación internacional que no es la óptima, pero es más grave el desequilibrio que vive nuestra economía. El sector de la construcción está sufriendo una desaceleración muy intensa; se calcula que en 2009 se van a construir entre un 30 y un 40 por ciento menos de viviendas que este año, y eso en términos de empleo supone 2,5 puestos de trabajo por cada casa que no se empieza, y podemos estar hablando de 300.000, con lo cual son cifras muy importantes. Tenemos un sector de consumo que se ha desacelerado mucho en el mes de diciembre, y también un sector servicios que todo el mundo pensaba que iba a tirar del empleo que estaba cayendo en la construcción, pero no ha sido así. Con todo ello tenemos una desaceleración en sectores absolutamente básicos, también en la producción industrial, y eso es de enorme preocupación cuando se traslada a datos de incremento de paro. En los últimos seis meses tenemos en España 292.000 parados más. Si a eso se une que los precios están subiendo, sobre todo en productos básicos, y que los salarios han perdido poder adquisitivo, estamos ante una situación en que la economía española tiene problemas serios y necesita reformas importantes.
¿Y cuáles son las medidas que se pueden adoptar para hacer frente a la crisis?
Creemos que hay recetas a corto plazo como son bajar impuestos de manera importante. Estamos hablando de eximir de la Renta a los que ganan menos de 16.000 euros al año, bajar el IRPF un 16 por ciento a todos los españoles, rebajar cinco puntos el impuesto de sociedades o liberalizar el sector energético y de las telecomunicaciones para que haya más competencia. Hay que modernizar las pymes con la incorporación de innovación tecnológica, y sin duda la gran reforma que tenemos que hacer es la de la educación y la formación profesional. Todos los datos internacionales, como el Informe Pisa, ponen de manifiesto que tenemos un retraso histórico y que en los últimos años vamos para atrás en esta materia, y un país para ser dinámico necesita jóvenes muy bien formados y competitivos. Eso requiere un gran acuerdo entre PP y PSOE para estabilizar el sistema educativo y para ponerlo al día con lo que requiere la sociedad. Ésa debe ser la gran asignatura para la próxima legislatura.
En ese contexto, ¿es válido el ejemplo de la Comunidad de Madrid?
La Comunidad de Madrid sirve como ejemplo en muchas cosas. Es una región que tiene un carácter amistoso para el empresario, porque aquí tiene facilidad de actuación. Es la comunidad actualmente más dinámica, apostando fuertemente por el suelo industrial, por ayudar al pequeño comercio, por sistemas educativos más eficientes y con la implantación del bilingüismo, y está apostando además por unas infraestructuras muy potentes de comunicaciones, que es algo absolutamente importante. También está a la vanguardia en política de vivienda y en políticas sociales y de integración de la inmigración.
¿Cree con todo esto que la economía va a ser un factor determinante en las elecciones del 9-M?
Hace dos años, e incluso hace uno, no habría tenido ninguna incidencia, pero en este contexto actual el que más o el que menos tiene un pariente con dificultades de trabajo, un amigo que no puede pagar su hipoteca o conoce familias que lo están pasando mal para llegar a fin de mes. La economía va a ser uno de los factores fundamentales para decidir el voto, porque los españoles tendrán que elegir entre los que no han sabido gestionar la bonanza internacional para prepararnos de cara a esta fase de desaceleración o quienes cuando han tenido que gobernar un país en desaceleración, como fue el PP en 1996, lo supieron hacer y pusieron al país en la senda del crecimiento económico.