Los aullidos
de Lobo Cojo
INTERINO
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
“A ver si crees que te hemos colocado aquí, en todo lo alto de esta estratégica rotonda para que largues todos los días chismes de nuestros políticos a los del Faro. Tu lo que tienes que hacer es oir, ver y callar”.
Lobo Cojo está triste porque tiene la sensación de que alguien le quiere privar de ejercer su derecho a expresarse libremente, y así nos lo expone con ciertos tintes de resignación: “ Claro que tampoco es para preocuparse, porque ahora que estoy viejo y cojo lo único que me pueden hacer es enviarme de nuevo al monte y según están las cosas por aquí abajo hasta podrían hacerme un favor, porque ojos que no ven corazón que no siente, y el mío, precisamente, ya no está para muchos trotes. No obstante y para que vean que con esos mensajes tan sibilinos no me van a hacer callar, les voy a contar el último chismorreo que me ha llegado: dicen que JP, tal vez para relajarse al no poder fumar las dos cajetillas de tabaco que acostumbraba, acude casi todos los días a un gimnasio situado en un centro comercial villalbino. Lo que ya no se es si esas visitas las hace JP en su condición de primera autoridad local, es decir con coche oficial y guardaespaldas, o como un ciudadano normal y corriente, mezclándose y compartiendo con el resto de los usuarios esas instalaciones. Y creo que la duda es lógica, sobre todo si nos atenemos al cuidado que suele tener últimamente nuestro Alcalde con todo aquello que esté relacionado con su seguridad personal”