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La aplicación del sistema de la ORA, en la zona centro, ha generado 1.061 plazas de aparcamiento |
Aparcamientos infrautilizados
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Los problemas de tráfico que soportan las calles de Collado Villalba a diario, sobre todo en la zona de la Estación, siempre ha estado vinculado a la deficitaria oferta de plazas de aparcamiento que ofrece este municipio. Sin embargo, esta precariedad se ha ido diluyendo en el último año, sobre todo desde que el Consistorio local puso en marcha la regulación de plazas de aparcamiento por la ORA en la zona centro, medida que ha generado un total de 1.061 plazas, la mayoría de ellas localizadas en el entorno de la calle Real, Honorio Lozano, Batalla de Bailén y plaza de Los Belgas, entre las que se encuentran 322 verdes (para residentes), 739 azules (de rotación) y 52 para carga y descarga. Por este motivo no es difícil encontrar aparcamiento, sobre todo durante el horario de la zona azul -9,00 a 14,00 y de 17,00 a 20,00 horas- en las calles más comerciales de la localidad. Pero al margen de esta importante oferta generada por la ORA, el municipio villalbino cuenta con un aparcamiento situado en las inmediaciones de la Estación Renfe con capacidad para 1.200 plazas y que está infrautilizado por sus potenciales usuarios. A esta infraestructura se debe añadir las 40 plazas de aparcamiento público del Edificio Polifuncional y las 200 situadas en la planta sótano de la nueva biblioteca ubicada en la calle Batalla de Bailén, obras que finalizaron hace más de un año y sin embargo no han sido aún inauguradas.
Es decir, que con una dotación de casi tres mil plazas de aparcamiento público, no se puede seguir diciendo que Villalba-Estación necesita con urgencia un aparcamiento público con capacidad para 400 plazas y más si ello supone un gasto de 3.000 millones de las antiguas pesetas a la hacienda local. Honorio Lozano, plaza de España y Batalla de Bailén pueden ser remodeladas sin tener que afrontar una inversión de esta cuantía. Estrechar los bulevares, construir un rotonda en la intersección de estas vías con la calle Real, aumentar el número de aparcamientos en superficie y dotarlas del mobiliario urbano adecuado, puede resultar mucho más económico e incluso puede ser más beneficioso para el colectivo de vecinos y comerciantes del entorno. Meterse en una obra faraónica, con túnel incluido y con una inversión multimillonaria que puede provocar el mayor endeudamiento de la historia de nuestro municipio, es algo que a priori resulta bastante temerario a no ser que el actual Ejecutivo quiera seguir la política del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, reiteradamente criticada por Simancas y el PSM.