La Comunidad de Madrid decidirá entre tres trazados distintos para diseñar la futura M-65

El jurado está formado por nueve miembros, entre los que se encuentra el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid; su homólogo del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos; los directores generales de Evaluación Ambiental y Medio Natural de la Comunidad de Madrid; así como expertos en la construcción de carreteras e infraestructuras del Ejecutivo autonómico.

El Gobierno regional ha indicado que es consciente de la necesidad de construir una nueva vía de acceso a Madrid desde el Noroeste. Así, con esta nueva carretera alternativa, pretende aliviar los actuales problemas de congestión que registra la A-6, principalmente en periodos vacacionales en los que la intensidad de tráfico se llega a duplicar.

El vicepresidente primero regional explicó que la A-6 es actualmente la única opción que existe para acceder y salir de Madrid desde las zonas Noroeste y Este. Por este motivo, el Ejecutivo autonómico considera imprescindible una alternativa viaria que solucione el transporte en la carretera de La Coruña. De esta forma, el Gobierno de Esperanza Aguirre acometerá este proyecto, “ante la falta de interés por parte del Ministerio de Fomento de llevar a cabo la Radial 6”, indican fuentes del Ejecutivo autonómico.

El primero de los posibles trazados discurre por el corredor de la actual M-503 desde la intersección con la carretera M-600 entre Villanueva de la Cañada y Valdemorillo, y termina en la AP-51 cerca de la circunvalación de Ávila. Esta solución incluiría un mínimo de 10 kilómetros de túneles.

La segunda de las ofertas presenta un corredor que también parte de la M-600 en Valdemorillo hacia Ávila, y ofrece tres alternativas en la zona que abarcan desde Zarzalejo hasta Santa María de la Alameda. Esta solución también permite conectar con Ávila y cerrar el corredor a la altura de Adanero. Por último, la tercera alternativa propone tomar como corredor la actual M-509 modificando su trazado por el Este, terminando en la AP-6 o bien cruzándola terminando en el enlace en San Rafael.

Tras estos estudios previos, las tres empresas seleccionadas deberán presentar ahora sus respectivas ofertas ampliadas, concretando la viabilidad económica del proyecto, el presupuesto y el tiempo de ejecución, las medidas medioambientales adoptadas, la funcionalidad de la obra y conexiones con otras infraestructuras, así como los criterios urbanísticos y de ordenación del territorio.

Finalmente, el jurado de expertos seleccionará al ganador, que deberá redactar el estudio definitivo de viabilidad en un plazo de seis meses. De esta forma, en menos de un año se tendría el mejor proyecto de trazado para la M-65.