“Escarpinosa es una opción que doy a la diversión”

Natural de la comarca aragonesa de Ribagorza, es médico en Galapagar desde hace 30 años y encuentra en la literatura una vía de escape a través la diversión, lo que hace cinco años dio lugar a la aparición del primer libro protagonizado por el doctor Escarpinosa, saga que ha llegado ahora a su segunda entrega.
¿Cómo nace este peculiar doctor?
Escarpinosa nació hace seis o siete años. Es el nombre de un lago pirenaico que está en la zona de la que yo soy oriundo, un lugar precioso. Es un señor mayor con una consulta en la calle Belén de Madrid. Allí heredó un piso de un tío suyo que era un furibundo cura carlista, y allí se dedica a resolver problemas de salud al estilo de Sherlock Holmes, después de haberse aburrido de la medicina tal y como se viene ejerciendo hoy en día. Lo que dice es que a su favor juega el tiempo, aunque no desdeña en absoluto la técnica. Es un artesano de la medicina que cuando tiene entre sus manos un asunto interesante no duda en cerrar la consulta el tiempo que haga falta hasta que encuentra la solución.
¿Estamos entonces ante un médico que se convierte en detective?
Efectivamente, o a lo mejor es el médico que todos quisiéramos tener, porque si tienes un mal te gusta ser tratado de manera muy individualizada, algo que es imposible y además no es deseable, porque la medicina está bastante bien resuelta hoy en día, sobre todo desde el punto de vista público, no desde el de vista privado, que es un negocio. En función de eso, Escarpinosa se dedica a disfrutar del arte del que está dotado; descubrir cosas a las que la medicina oficial no puede llegar. Va a los domicilios, a las fábricas, al lugar de trabajo del enfermo y emplea el tiempo que sea necesario hasta que descubre la causa de sus males.
¿Hay algo de autobiográfico en todo esto?
En absoluto, nada. Lo que hay de autobiográfico es la frustración de no ser como él. Escarpinosa es una opción que doy a la diversión. Escribo fundamentalmente para divertirme, porque nadie puede escribir hoy día para ganar dinero si no es Arturo Pérez Reverte o Antonio Gala. Jamás digo que soy un escritor, en todo caso un lector que escribe. Eso significa que conozco más o menos los trucos y las claves que nos gustan a los lectores, sobre todo en la literatura de evasión.
¿El sentido del humor juega un papel importante en su obra?
Sí, es básico, y además sale sin querer. Escarpinosa es un individuo viejo, que peina canas, pero que reivindica en sus libros el derecho a pasarlo bien y a ejercer la medicina como se le antoja, sin que nadie le diga lo que tiene que hacer.

Ha hablado de Conan Doyle, pero ¿hay otras influencias?
Sí, Chesterton, por lo que tiene de búsqueda de situaciones secretas, como la liga a la que sólo pertenecen 50 médicos en el mundo y de la cual forma parte Escarpinosa.
¿Tiene alguna vinculación este doctor con la Sierra?
Viene habitualmente a El Escorial con el profesor Faustino López Burtinero. En la obra de Conan Doyle está la figura de Watson, que es un médico que no se entera de qué va el rollo y está siempre admirando a Sherlock Holmes; y en este caso el profesor López Burtinero es el cómico de la serie y acompaña a Escarpinosa a todas partes. Se suelen refugiar en un viejo hotel de El Escorial.

Venancio Díaz Castán

Médico en Galapagar desde hace 30 años, acaba de publicar ‘Los nuevos casos del doctor Escarpinosa’.

Es presidente de la tertulia literaria Antonio Machado, creada en 1978 y que se reúne cada viernes en la Universidad Carlos III de Colmenarejo.