¿Habrá moción de censura?

Cuando apenas se han cumplido los seis primeros meses de gobierno de esta legislatura, Hoyo de Manzanares vuelve a demostrar que es uno de los municipios con más inestabilidad política de la Sierra. Una posible moción de censura pende sobre el Partido Popular y su alcalde, José Antonio Antolínez. Se trataría de un acuerdo entre las dos fuerzas de izquierdas locales, Izquierda Unida y PSOE, con dos ediles cada una, y el grupo municipal PIPH. Este grupo, que obtuvo tres actas de concejal en las pasadas elecciones, se creó tras la escisión sufrida dentro de las filas del PP. El alcalde y su equipo calificaron a este grupo de antiguos compañeros como la “derechona más rancia, cuyos miembros son los constructores y propietarios de suelos e inmobiliarias que quieren diseñar el Plan General a medida de sus intereses”.

Pese que IU se negó a alcanzar un acuerdo de gobierno con PIPH tras los comicios, ha sido este grupo el que ahora ha encabezado la iniciativa para derrocar al regidor. Tal y como reconoce el portavoz de Izquierda Unida, José Ramón Mendoza, “ante la situación de desgobierno que está viviendo el Ayuntamiento nos hemos visto obligados a plantearnos un acuerdo de mínimos con el PIPH para solucionar esta situación”. “No teníamos intención de participar en el Equipo de Gobierno en esta legislatura, y de hecho ya habíamos diseñado un plan de trabajo para los próximos cuatro años, pero es que estos seis meses de política autoritaria del alcalde han estado marcados por la impotencia y la prepotencia”, añade el edil. Además, asegura que el deterioro del Ayuntamiento en este tiempo “se está reflejando en las relaciones del Equipo de Gobierno con la Policía Local y el resto de trabajadores municipales. Sin mencionar las relaciones con los grupos de la oposición, de los que el alcalde hasta se ríe en los plenos. Su gestión ya ha demostrado esta incompetencia, al habernos hecho perder 1.300.000 euros de inversiones del plan PRISMA, por proyectos que ha rechazado la Comunidad de Madrid”. Mendoza es consciente del difícil matrimonio entre su grupo y el PSOE con los tres concejales del PIPH, pero asegura que en este tiempo han podido comprobar que coinciden en varios puntos y que mantienen un talante que permite el diálogo. En cualquier caso, el propósito de los dos grupos liberales es “alcanzar un acuerdo de mínimos en seis puntos muy claros y concretos”, algo que el propio concejal califica como “gobierno de salvación”.

Las negociaciones entre IU, PSOE y PIPH no se han cerrado, pero los distintos partidos no quieren que el posible acuerdo se demore más allá de este mes de enero.

“Mezclar agua con aceite”

El alcalde, José Antonio Antolínez, afirma que este acuerdo sería como “mezclar aceite con agua". “Sólo demuestra el interés de PIPH por hacerse finalmente con la Alcaldía. Utilizarán a PSOE e IU para llegar al gobierno y luego intentarían volver a pactar con el PP. Porque aquí, el trasfondo es el Plan General, ya que en el PIPH son constructores y propietarios de fincas”. Por otra parte, el regidor se mostró confiado, indicando que el posible pacto “no tiene visos de prosperar, por la herencia que han dejado en este Ayuntamiento Izquierda Unida y PSOE, y porque tendrán que estar cuatro concejales de izquierdas con tres derechas”. Respecto a las acusaciones de Mendoza sobre la prepotencia del alcalde y las relaciones con policía y trabajadores municipales, el primer edil asegura que “no consta ninguna queja; ayer estuve hablando con el jefe de la Policía, que me dijo que no había habido ningún incidente estos días”.