“Para mí, ser torero es lo más importante”

Uno de los novilleros más interesantes de esta temporada ha sido Juan Antonio Siro. Ha completado un año de menos a más para concluir 2007 con muy buen ambiente. Pisó plazas de mucha repercusión como Madrid, Zaragoza, Albacete o Salamanca. Nunca se arrugó y en todas ellas dio mucho que hablar. A Siro nadie le ha regalado nada.

El salmantino además dio un serio toque de atención en Madrid, en el certamen de novilladas nocturnas celebrado en julio, quedando segundo clasificado. Todas las tardes mostró su ambición, se arrimó y triunfó para ganarse los contratos. Tomó parte en 23 novilladas picadas y cortó 25 orejas, unos números que pudieron ser mayores de no ser por su desatino manejando los aceros. Ahora vela armas de cara a la próxima temporada. El 2008 será vital para su carrera y su futuro. Lo tiene en la mano. Estará en las grandes citas del próximo curso. Con su valor, temple y ganas deberá revindicar todo lo mucho y bueno que ha apuntado este año que ahora está a punto de finalizar. Quédense con su nombre, porque sonara con fuerza: Juan Antonio Siro. Con la profundidad de los toreros castellanos de Salamanca..
¿Qué ha supuesto esta temporada para ti?
Ha sido una temporada bonita. He estado en plazas muy importantes como Madrid, Zaragoza, Albacete o Valladolid y he toreado en ferias de novilleros de mucha categoría como Arnedo, Guadarrama o Calasparra...He hecho el paseíllo en 23 novilladas muy importantes. He cortado una oreja en Zaragoza; salí a hombros en Valladolid con una buena novillada de Guadaira; en Arnedo corté una oreja y di una vuelta al ruedo y en Albacete tenía las dos orejas cortadas y pinché con el acero. Y también he tenido tardes muy notables como las de Madrid o Salamanca...

A comienzos de temporada tuviste que pisar las grandes plazas, lo que es un arma de doble filo...

Cada día que toreaba era un trago porque eran plazas de primera y segunda categoría. Tienen mucha repercusión, pero dado mi escaso bagaje no era fácil. El año pasado fue el de mi debut con picadores, donde sólo sumé seis novilladas; sabía que no podía desaprovechar esas oportunidades, ya que me podía quedar sentado en mi casa. Afortunadamente eso no pasó y pude triunfar.

Lo que sí fue importante en este 2007 fue tu paso por Madrid...

Madrid, como quien dice, me lo ha dado todo. Me dio credibilidad. Quedar el segundo clasificado no es fácil en Las Ventas y lo conseguí. Luego además la prensa y afición hablaron muy bien de Juan Antonio Siro y eso te da mucha animo para seguir. Reconozco que se me pudo ver falta de oficio pero suplí eso con mucha ambición y ganas que son de mis grandes virtudes. El público debe ver que arrimas y mostrar la disposición que traes a la plaza. Madrid me ha dado mucho y disfrute pero pesa mucho.
¿Qué otros triunfos valoras y recuerdas en esta temporada?
En Guadarrama se dio muy bien la cosa, corté dos orejas que pudieron ser tres. En Laguna de Duero por ejemplo indulté un novillo del maestro Pedrés que me hizo disfrutar. También en Navacerrada hice una gran faena, pero lo malogre con la espada. Y por último, no quiero olvidarme del Piñón de Oro en Pedrajas de San Esteban (Valladolid).

Uno de tus grandes errores ha sido la espada, ya que de lo contrario podríamos hablar de más trofeos y muchas más orejas...

La espada ha sido la cruz de esta temporada. Queramos o no, todos nos fijamos en las estadísticas y éstas no refleja las orejas que podrían haber sido. Debo de arreglarlo como sea.

De todas formas, esos triunfos deben valer para ver tu nombre colgado de los carteles en 2008.

Yo creo que sí. En Madrid creo que me tienen guardado un puesto a principios de temporada tras el buen sabor dejado en el certamen de novilladas, y de ahí a la feria de San Isidro, que tiene que ser el trampolín para lanzarme. Estoy mucho más rodado. Ser torero es para mí lo más importante.

Si tienes que definirte como torero, ¿cómo lo harías?
Me han catalogado como un torero poderoso, pero yo me considero un novillero que trata de sacar muletazos y el mayor partido posible a todos los novillos. A veces pecó de atragantones, pero tengo claro que si quiero ser torero tiene que ser para ser el mejor. Intento hacer disfrutar al público que va a la plaza y que no bostece. El caso es cortar las orejas y estar todo el día al pie del cañón. A veces soy frío, pero si me caliento sacó mucha raza y no me doy por vencido.

Esta temporada te ha estado apoderando Javier Chopera, pero al final dejasteis esa relación...

Yo busco una persona que este a mi lado, que confíe en mí y sobre todo que luche por mis intereses. Afortunadamente, lo que he toreado ha sido por méritos propios. Cuando triunfas salen los contratos.

Para terminar, ¿qué esperas de la próxima temporada?
Mi ilusión es estar en San Isidro y si las cosas ruedan y corto las orejas, tomar la alternativa a mediados de temporada. Y si no, continuar como novillero volviendo a triunfar y dándolo todo.