Fiestas navideñas o más de lo mismo - La Cruz Verde, de nuevo a escena - Dura prueba para los conductores

El puente de la Constitución, desde hace varias décadas, se ha convertido en la antesala de la Navidad, la gran fiesta del consumo, del desenfreno en la cesta de la compra y del despilfarro. Así se desprende del informe realizado por la Confederación Española de Amas de Casa (CEACU), que calcula que los españoles vamos a gastar por término medio alrededor de 832 euros por persona en gastos extra, de los cuales destinaremos 200 a alimentación; 240 a regalos; 60 a ropa y 160 a viajes. Los 70 restantes los invertiremos en ocio. Es más, las estadísticas colocan a España, junto a Irlanda y Chipre, a la cabeza de los países europeos que más dinero gastan en estas fechas.

Cierto es que muchas entidades han empezado a promover iniciativas para acabar con este despilfarro, pero sin mucho éxito. Hace poco más de una semana la Consejería de Economía y Consumo de la Comunidad de Madrid, cuyo titular es Fernando Merry del Val, presentó una interesante guía de bolsillo llena de consejos para hacer un consumo responsable y el pasado martes, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que preside el alcalde de Getafe, Pedro Castro, ha pedido a los ayuntamientos que adelanten las horas de apagado de alumbrado navideño para ahorrar energía y emisiones de gases de efecto invernadero frente al cambio climático. Mucho me temo que la respuesta a dichas ofertas no va a ser la deseada.

Y lo más grave de todo es que mientras los más pudientes despilfarran el dinero en caprichos absurdos, en regalos inservibles, en atiborrarse de marisco y alcohol, las familias menos favorecidas apenas podrán llevar a sus mesas unos modestos alimentos. Y es que, lamentablemente, cuanto más se hable de paz y solidaridad, más quedan al descubierto las diferencias económicas de nuestra sociedad. Son por tanto fechas proclives para el ejercicio del cinismo a través de proclamas donde abundan los deseos de amor y felicidad, que en la mayoría de los casos tienen de antemano marcada la fecha de caducidad en los primeros días del año nuevo, porque una vez hayan retornado a sus respectivos armarios los disfraces del amor y la fraternidad, volveremos a las andadas, eso sí con bastante resaca y los bolsillos casi vacíos.

La Cruz Verde, de nuevo a escena
Mario de la Fuente, alcalde de Robledo de Chavela, ha vuelto a la carga para denunciar la situación del puerto de la Cruz Verde. Hace poco más de un mes nos hacíamos eco aquí de los esfuerzos que venía realizando el burgomaestre robledano para hacer llegar a la opinión pública su preocupación por el peligro ocasionado ante la presencia de numerosos moteros, sobre todo durante los fines de semana y festivos, en el tramo de a M-512 que separa la urbanización La Suiza Española y el alto del puerto, protagonista de una larga y macabra lista de accidentes. Ante la proximidad del largo puente de la Constitución, De la Fuente ha vuelto a la carga y esta vez sus denuncias han sido recogidas por algunos medios madrileños, entre ellos Telemadrid y el diario El Mundo, que el pasado lunes dedicaba un amplio despliegue informativo, con fotografías e imágenes donde quedaban reflejadas las irregularidades cometidas por los conductores de esas potentes motocicletas que gustan de apretar el acelerador al pisar el asfalto sinuoso de esa carretera, al más puro estilo de los Pedrosa, Lorenzo, Bautista y demás figuras de nuestro motociclismo.

El alcalde de Robledo de Chavela también ha denunciado la captación de imágenes realizadas por los propios motoristas desde sus máquinas que luego son reproducidas en un portal de internet, y lo que aún se nos antoja más preocupante: después de más de un mes de espera aún no ha recibido contestación alguna sobre la entrevista que le ha solicitado a la delegada del Gobierno de Madrid, para plantearle su preocupación sobre estos hechos.

El aumento de efectivos de la Guardia Civil, la modificación de los peligrosos guardarraíles dotándoles de la correspondiente protección y la instalación de cámaras en algunos puntos estratégicos podrían poner freno a una situación cada día más grave que se está convirtiendo en la asignatura pendiente de la Dirección General de Tráfico. Está claro que por Mario de la Fuente, no quedará.

Dura prueba para los conductores
Y para finalizar creo que no está de más recordar que acaba de entrar en vigor la reforma del Código Penal, y esto va a poner a prueba a muchos de los conductores que han optado por pasar el último puente del año lejos de sus domicilios habituales, puesto que el hecho de conducir ebrios, de forma temeraria o superando los límites de velocidad establecidos al respecto, puede acarrear penas de prisión o procesamientos judiciales que en caso de reiteración provocarán el inmediato encarcelamiento del infractor.

Espero que la nueva normativa sirva para frenar los impulsos de aquellos conductores que han venido destacando por su temeridad al volante. Ojalá que así sea, porque si nos atenemos a las declaraciones realizadas por Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos, y en función de las estimaciones realizadas por este colectivo, con el nuevo Código de Circulación 5.415 conductores que transitan por las carreteras de la Comunidad de Madrid podrían ir a prisión cada año, lo que supondría un grave problema tanto para los infractores como para la Administración del Estado.