Editorial
Seguridad en Los Arroyos
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Persiste todavía entre muchos ciudadanos de El Escorial, y también entre algunos políticos, una tendencia a considerar que los vecinos del centro urbano y los de las urbanizaciones situadas a varios kilómetros de éste (con Los Arroyos como núcleo más importante) son de distinta categoría. Una distinción que a estas alturas no tiene ningún sentido, no sólo porque esta colonia se recepcionara en el último tramo de la pasada legislatura, sino porque un simple vistazo al mapa basta para comprobar que el término municipal de El Escorial es tanto la calle Independencia como la avenida Felipe II, Peralejo, Montencinar o Los Arroyos. Pensar lo contrario supondría incurrir en un error parecido al del Equipo de Gobierno que en su momento encabezaba Javier de Miguel cuando insistía en sacar del suelo consolidado a las viviendas que llevaban en el futuro Ensanche 30 ó 40 años. Las movilizaciones vecinales pusieron al entonces regidor contra las cuerdas, pero no rectificó lo más mínimo su postura, lo que a la postre le costó su puesto al frente de la Alcaldía. Haría bien el Ejecutivo del Foro Progresista en no caer en la misma cabezonería que su antecesor, evitando hacer oídos sordos o derivando la responsabilidad a la Administración regional. Es verdad que urbanizaciones y casco histórico pueden compartir problemas, pero el Equipo de Gobierno no puede negar la evidencia de que el incremento en el número de delitos se deja sentir más en la periferia, no sólo en El Escorial, sino en otras localidades como Galapagar y Torrelodones. Y tampoco, ni aquí ni en municipios de la zona, valen las estadísticas cuando de lo que se trata es de tomar nota de una percepción generalizada de los vecinos.