www.elfarodelguadarrama.com

Tribuna

Mayor Oreja, Aznar y la dictadura

Mayor Oreja, Aznar y la dictadura

L. García

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Sesenta años después de la Guerra Civil y treinta de democracia resulta difícil de comprender actitudes como las del señor Mayor Oreja. Para mayor INRI, este señor participó en mayor o menor medida en la Transición; ha sido delegado del Gobierno en el país Vasco; ha sido candidato a lehendakari, ha sido ministro con el Gobierno Aznar, es vicepresidente del Partido Popular, y actualmente ostenta la representación de España en el Parlamento Europeo. Por tanto es impresentable que a estas alturas se niegue a condenar la dictadura, con argumentos que es mejor no mencionarlos. Además se le ha olvidado, que su partido, ya condenó, a regañadientes, pero condenó en las Cortes, la dictadura.
¿A quién perjudica con esa actitud? A él en primer lugar, que ha quedado como Cagancho en Almagro. Perjudica al partido porque con su actitud, y la de otros que piensan igual, el Partido Popular aparece como los herederos del franquismo, y no es cierto. En el Partido Popular hay muchas personas que no están de acuerdo con la dictadura del general Franco. Pero también perjudica a España, porque en el Parlamento Europeo, del que forma parte, estarán tomando la imagen de una España que aún arrastra el lastre de un sector de su ciudadanía que no se atreve a desligarse de la dictadura.
¿El Partido Popular es franquista? Estoy convencido de que no. Lo que pasa es que con personajes como Mayor Oreja, negándose a condenar la dictadura, y como José María Aznar que sigue haciendo declaraciones, dentro y fuera de España, en el sentido de que el Gobierno actual ha pactado con los terroristas para desalojar al PP del poder, es muy difícil evitar pensamientos acerca de las ligaduras de este partido con el franquismo,
José María Aznar, es el un caso único en la historia de la democracia. Jamás se ha visto a un ex-presidente de gobierno dedicado, además de a sus negocios particulares, a poner a parir al Gobierno que le ha sucedido. Esto no es propio de un hombre que ha ostentado la máxima representación en el Ejecutivo de nuestro país. No se da cuenta que con sus obsesivos ataques a Rodríguez Zapatero está dañando las instituciones españolas. Él, que presume de un patriotismo a ultranza debería medirse un poco más a la hora de hacer ciertas manifestaciones porque conduce a la imagen de una España irreal, y siembran una división encanallada entre los ciudadanos. Así no se comportan los conservadores europeos moderados de centro-derecha. No le han servido de nada sus famosos viajes al centro. Nunca ha llegado al fin de ese viaje, al contrario está cada vez más radicalizado.

Pero si el Partido Popular no es franquista, tiene que trabajar, y mucho, para limpiar esa imagen que le están proporcionando bastantes de sus dirigentes. Unos, como los citados y algunos más, representando directamente la imagen de herederos del franquismo. Y otros, como Mariano Rajoy y muchos más, por no tener la valentía o la claridad política de desmarcarse de estos personajes.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios