Los aullidos de Lobo Cojo

“Voy a comentarles dos temas que aunque tengan tintes de inocentada son tan reales como la vida misma. El primero de ellos viene respaldado por el acta de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento celebrada el pasado 4 de octubre -dice Lobo Cojo-, en la que se aprueba el pago de dos facturas por hospitalización y laparoscopia de un pato (examen de la cavidad abdominal del animal, en cristiano), por importe de 1.150,04 euros, equivalentes a 191.350,55 pesetas. ¡Ah¡, quede claro que no se trata del Pato Donald, sino de uno de los habituales en la laguna de El Carrizal, donde precisamente la tesorería municipal no suele gastarse ni un euro en desratizar la zona, permitiendo a los roedores campar a sus anchas. Pero ya ven, más vale caer en gracia que ser gracioso. Y a todo esto, ¿se ha salvado el pato, sigue convaleciente o ha fallecido?. Bien, el segundo tema está relacionado con la denominada “rotonda de la risa”, mamotreto totalmente inútil situado en la calle Batalla de Bailén, frente a Rodilla, al que acaban de ratificar su inutilidad colocándole unos flamantes bolardos a fin de impedir el giro de vehículos por la mitad de su circunferencia. Dado que la obra del parking subterráneo está llena de increíbles dispendios económicos y despropósitos técnicos, hasta me atrevo a pedir que adornen dichos bolardos con luces intermitentes (como las de los nuevos pasos de peatones) para así evitar que algún conductor despistado termine dejándose alguna noche ahí los piños”.