Un vecino de Valdemorillo crea una importante colección de cerámica de la fábrica Falcó

Un vecino de Valdemorillo está creando la que posiblemente sea ya la más amplia colección de cerámica de la fábrica de Falcó, hoy reconvertida en Casa de Cultura y que durante el siglo XIX y principios del XX fue un gran motor económico para la localidad., en donde la tradición cerámica no es más que una consecuencia heredada de la transmisión cultural de generaciones ancestrales. Tradición que se sustenta en la presencia de caolín en las terrazas y acantilados del río Aulencia, ya conocido en la antigüedad como Aulentia.

A partir de esta abundancia de caolín en Valdemorillo, los Falcó compraron tierras por todo el término con el objetivo inicial de extraer el rico material. Tal y como asegura Manuel, este coleccionista de Valdemorillo, “todo esto empezó prácticamente de cachondeo, ya que la única información que yo tenía de esta cerámica era que mis abuelos habían trabajado en la fábrica”. Este vecino empezó a recopilar vajilla cuando se inauguró la Casa de Cultura. Lo primero que consiguió, en 1996, fueron dos platos, que compró a los hermanos Hidalgo, anticuarios de Madrid. Ahora la colección ya supera el centenar de objetos.