Signos de unidad

Y lo mismo pasó en las guerras sucesivas de todos los tiempos. Recordemos la fotografía de seis soldados estadounidenses plantando y haciendo ondear la bandera norteamericana sobre el monte Suribashi, en la isla de Iwo, durante la II Guerra Mundial, que pasó a convertirse en una de las imágenes más míticas de todos los tiempos.

La historia es la maestra de la vida y 2.000 años después, las banderas siguen teniendo una gran importancia en la identidad del estado, y en nuestro caso, español, también de las autonomías. Lo curioso es ver cómo quienes denostan con frecuencia los valores y modos anteriormente citados “por conservadores” son los primeros en defender su identidad a través de la liturgia de que sea su única bandera autonómica la que ondee en los edificios de la Administración pública. Quienes así piensan expresan no sólo falta de respeto por la ley emanada de la Constitución, sino también por la ciudadanía. Y Educación para la Ciudadanía es también aprender y respetar los símbolos que identifican a España. En nuestro país estamos aún provistos de muchos complejos y pensamos que el hecho de defender que la bandera Constitucional ondee en los edificios públicos es estar en contra de las autonomías. La normalidad pasa por aceptar y respetar los símbolos y banderas como signo de unidad y no de exclusión.