El VI Encuentro de Bolillos, celebrado el 22 de febrero, se convirtió en un evento destacado que reunió a 300 encajeras provenientes de diversas localidades de la región y otras comunidades como Castilla La Mancha y Castilla León. Las participantes, llenas de entusiasmo y dispuestas a compartir sus conocimientos, buscan asegurar el legado de esta tradición artesanal para las futuras generaciones.
La habilidad en el manejo de varillas y alfileres dio lugar a una impresionante variedad de encajes y puntillas que adornaron la pista del Polideportivo Eras Cerradas. Este espacio se transformó en un escenario ideal para exhibir las obras elaboradas con dedicación y esmero por estas talentosas artesanas.
Reconocimiento a la labor artesanal
La concejal de Servicios a la Comunidad, Ana Patricia González, estuvo presente durante el encuentro, observando atentamente el trabajo realizado por las centenares de palilleras. En su intervención, destacó la importancia de su labor, afirmando que «el Grupo de Bolillos de Valdemorillo bien se ha ganado la Medalla de Honor al Mérito Artístico de nuestro pueblo».
Este reconocimiento no solo resalta la destreza técnica de las encajeras, sino también su contribución cultural al mantener viva una tradición que ha sido parte integral del patrimonio local. El evento no solo celebró el arte del encaje, sino que también fomentó un sentido comunitario entre los asistentes.
Un futuro prometedor para el encaje
A medida que las participantes comparten sus técnicas y secretos, se crea un ambiente propicio para que nuevas generaciones se interesen por esta práctica. La transmisión del conocimiento es fundamental para asegurar que el arte del bolillo continúe floreciendo en los años venideros.
La jornada fue un claro ejemplo de cómo la tradición puede adaptarse y mantenerse relevante en un mundo cambiante. Con cada puntada, las encajeras no solo crean piezas únicas, sino que también tejen un futuro donde el arte del bolillo sigue vivo y vibrante.