Praga (República Checa)
Esta ciudad es ya, de por sí, una urbe de ensueño para muchos viajeros y un destino obligatorio para los que quieren conocer Europa. Pero, en Navidad, se potencia su encanto gracias a la decoración propia de estas fechas, que complementa su impresionante arquitectura y sus maravillosos rincones, que han sabido conservar como pocas localidades. A todo ello, hay que sumar sus mercadillos, como el de la plaza de la Ciudad Vieja, el del Castillo de Praga o el del Mercado de Havel, por poner algunos ejemplos. Y, por supuesto, cuenta con un legendario encendido del árbol de Navidad (de nada más y nada menos que 25 metros de alto).
New York (Estados Unidos)
Claro está que, para encendido icónico, el del Rockefeller Center de Nueva York (aunque no le va a la zaga el de Bryant Park). Si la Gran Manzana es una ciudad de película, no le faltan clichés a la época navideña. La decoración lo invade todo, especialmente, los grandes almacenes y su banda sonora imprescindible. Además, se llena de actividades y celebraciones que a todos resuenan en el imaginario colectivo, como el Fin de Año en Times Square, el patinaje sobre hielo del mismo Rockefeller Center o el Radio City Christmas Spectacular. Eso sí, en algunos de estos lugares no cabe ni un alfiler.
Las Vegas (Estados Unidos)
¿Hay alguna época del año que no sea especial en Las Vegas? Lo que está claro es que la Navidad no es menos deslumbrante allí. Al contrario, sólo con imaginar sus fastuosos hoteles con la decoración de estas fechas ya se convierte en un enorme reclamo para los viajeros. Y otra de sus grandes atracciones, los casinos, también ofrecen una programación especial para estos días señalados; de hecho, aun con la opción digital de casino online del presente, en estos centros, no disminuye la afluencia de muchos turistas que quieren comprobar de primera mano lo que ven en las películas. Pero también hay actividades populares al aire libre, como el Enchant Christmas, el Winter PARQ en The LINQ y otras tantas.
Vigo (España)
Sí, tal vez pueda parecer un salto enorme, pero las famosas luces de Navidad de Vigo cada vez tienen menos que envidiar a las de las ciudades norteamericanas. De hecho, su encendido ya aparece en todas las televisiones nacionales. Además, quedarse en nuestro país es una forma de ahorrar un poco y potenciar la economía española. Vigo se vuelca cada año con las celebraciones navideñas; pero, para los que quieren disfrutar de algo más que luces y guirnaldas, la cocina gallega resulta un incentivo más que suficiente para viajar a la región, sin olvidar sus inconfundibles parajes. Por otra parte, no tendremos que echar mano de nuestro inglés (en ocasiones, demasiado oxidado). Pero que nadie se equivoque: el frío también hará su acto de presencia.
Rovaniemi (Finlandia)
Aunque, para frío, el de Finlandia. Y si, además, nos vamos a Laponia, hay que prepararse para estar rodeados de nieve. Pero el espectáculo puede valer la pena. Y mucho, no se visita todos los días el hogar de Papá Noel (literalmente, pues es una de las actividades disponibles). En Rovaniemi, todo rezuma Navidad en estas fechas. Pero este no es el único espectáculo del que puede disfrutar el visitante; también es posible contemplar las maravillosas auroras boreales. En definitiva, una forma diferente y original de vivir el final del año en curso.