El barómetro
Campeones para salvar una inauguración de chiste
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La semana pasada fue inaugurada la primera fase de la Ciudad Deportiva de Collado Villalba, la del estadio de atletismo. Con independencia del resultado de las obras, bueno en la primera impresión, y de la elogiable iniciativa política de paliar las enormes necesidades del municipio en materia de infraestructuras, nos preguntamos cómo fue posible perpetrar, que no consumar, un acto de inauguración del calado del que se ofreció a los dos centenares de asistentes, partiendo de la base de que la gran mayoría se había enterado del evento pocas horas antes.
Eso, los que se enteraron, porque grandes deportistas que lo han dado todo por Villalba haciendo atletismo, caso de Antonio Ledesma El Tragamillas, no fueron ni invitados. Y como él muchos otros. La pura improvisación de los organizadores quedó definitivamente retratada en las pruebas atléticas del programa: sólo tres atletas, entre ellas la campeona de España de cross juvenil, Beatriz Esteban, salvaron la cara de la prueba de 1.500; y apenas 30 corredores se sumaron a última hora a acompañar a ¡Fermín Cacho y Martín Fiz! en una desangelada marcha popular no anunciada con la antelación suficiente como para redondear una participación acorde con la magnitud del evento. Si a ello se suma que unos invitados estaban citados a una hora y otros a otra, que se anularon los discursos de clausura del acto que constaban en el programa, y que durante una hora larga allí casi nadie se enteraba de lo que estaba viendo sobre la pista, obtenemos una inauguración de chiste, que pone al descubierto, por si había dudas, que el Deporte de Villalba no está bien gestionado y que sólo lo sostienen sus practicantes. De otro modo no se comprende que se venga a dar por hecho que la simple presencia de los campeones citados, más Arturo Casado y Alberto García, salve la cara de la inauguración de un estadio de casi cinco millones de euros. Lo sucedido debe servir para desterrar la política del todo vale y en ello debe trabajar la nueva concejal de Deportes, bisturí en mano, para que se depuren responsabilidades. Ya no valen subterfugios, ambigüedades, ni lugares comunes, tan al uso en política. Se piden resultados y actos, cuando menos, a la altura de las circunstancias. El alcalde de Collado Villalba debe ser el primer interesado en evitar que una elogiable iniciativa política quede desvirtuada por la desorganización, la ausencia de planificación y tacto en el protocolo, cánceres a erradicar cuando se trata de que la ciudadanía perciba ya de entrada la magnitud de una obra pública, o de que nadie, en fin, abandone una inauguración con cara de póker cuando se impone un semblante festivo.