"La licitación de los macroparkings del Bernabéu debe detenerse, no puede convertirse en el primero de los regalos envenenados de Almeida para la siguiente Corporación. Este pelotazo atenta contra la salud de las personas, la movilidad y el medio ambiente de nuestra ciudad". Con esta contundencia ha denunciado hoy el portavoz municipal de campaña de Más Madrid, Edu Rubiño, un proyecto que ni los propios vecinos quieren, "que es insostenible e innecesario, que está marcado desde el principio por la falta de transparencia y que en contra de la normativa urbanística y medioambiental".
El pasado 17 de marzo se publicó la licitación para construir y explotar los macroaparcamientos del paseo de la Castellana-Bernabéu y Padre Damián, por más de medio millón de euros (561.585 euros). El plazo de presentación de ofertas finaliza el 3 de mayo, en pleno periodo electoral. "Al alcalde se le acaba el tiempo y está forzando la maquinaria para tramitar el proyecto durante el periodo electoral", en palabras de Rubiño.
Insisten en que Almeida se ha empeñado en meter 2.000 coches más en el entorno del Bernabéu con dos macroparkings, uno en el paseo de la Castellana para 1.423 vehículos; y otro en Padre Damián, con 617 plazas, es decir, 2.040 plazas en total. Y con una superficie que entre los dos suman cerca de 71.000 metros cuadrados en pleno centro de Madrid, en una zona muy bien comunicada por transporte público y con aparcamiento suficiente en Azca y el Palacio de Congresos.
"Si Almeida no lo para, lo va a hacer Rita cuando sea alcaldesa", ha declarado el portavoz de campaña. Más Madrid paralizará este pelotazo urbanístico de Almeida para que no se hagan los macroparkings, "un proyecto que tiene todo en contra": a los vecinos y vecinas, que no quieren 2.000 coches más ni más humos ni más contaminación en su barrio. Y, por supuesto, también a Más Madrid. "Llevamos más de un año reclamando su paralización porque, no solo es innecesario, sino que incumple todo lo habido y por haber, desde la Ley de Contratos hasta la propia Estrategia de Madrid 360 de Almeida".
Un pelotazo a la medida de los privados, que incumple las normas urbanísticas
Este, a su juicio, pelotazo, está hecho a la medida de los intereses privados, en vez de primar los intereses y necesidades de las vecinas y vecinos. Para Más Madrid, el beneficio que hay detrás de esta operación no es ni la construcción de los nuevos aparcamientos ni la posterior gestión de los mismos durante 40 años. El verdadero beneficio es la transformación integral del Santiago Bernabéu y su entorno, que pasa de ser una instalación deportiva privada, con eventos cada 10 o 15 días, a ser un gran contenedor programador de ocio y espectáculos a escala global durante todos los días de la semana.
"Hay mucho dinero en juego en esto y Almeida no está cumpliendo con su obligación de velar por el interés general, permitiendo este negocio para las grandes constructoras a costa del medio ambiente y la salud de los madrileños", en opinión de Edu Rubiño.
Además, el proceso está marcado por la "falta de transparencia desde el principio", cuando se ocultaron datos para medir el impacto de estos macroparkings, y porque incumple la ley y las normativas urbanísticas:
1.- Incumple la Ley de Contratos del Sector Público, que fija un orden claro en la tramitación de los contratos de concesión de obra: 1 aprobación del estudio de viabilidad; 2 aprobación del proyecto; 3 publicación del contrato de concesión. Bien, pues el alcalde se gastó 300.000 euros en la redacción de un proyecto técnico sin haber aprobado estudio de viabilidad alguno que ampare las obras.
2.- Es incompatible con el propio Plan Especial de Mejora del Medio Urbano y de Ordenación Pormenorizada del Estadio Santiago Bernabéu, que aprobamos en el mandato pasado (en 2017): un plan que ya determinaba las condiciones para garantizar la movilidad sostenible al estadio, fomentando el transporte público y dictaminando que no es necesario hacer ninguna plaza nueva de aparcamiento.
3.- La operación va, igualmente, en contra del Plan Director de Movilidad Ciclista; no da solución a la desaparición de la zona verde del frontal de la Castellana, que pasa a estar ocupada totalmente por el macroaparcamiento; incumple los puntos mínimos de recarga eléctrica; no cuenta con ni una plaza para bicis particulares.
4.- Y también va claramente en contra del Plan A de Calidad del Aire y la Estrategia Madrid 360. De hecho, la estación de medición situada en Ramón y Cajal, cercana a la zona en la que está prevista la construcción de los macroparkings fue la primera estación de Madrid que incumplió los niveles de contaminación en 2022. Y la tercera con peores registros en 2021.
Además, el proyecto atenta contra la salud: las más de 2.000 plazas de aparcamiento van a estar en una zona en la que a menos de 250 metros hay un centro de salud (calle Segre); a menos de 300 metros está el Centro de Educación Especial Juan XXIII y a menos de 550 metros, el Hospital Pediátrico San Rafael.