El Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial pide que no se abrace al castaño centenario

Según recogía hace más de un mes, el diario La Razón de Madrid, el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial ha tenido que pedir a sus vecinos y visitantes que dejen de abrazar a su castaño centenario. Y ello es debido a que este ejemplar durante los últimos meses se ha hecho muy famoso. Según las citadas fuentes, cientos de visitantes han ido a abrazarle creyendo que tanto ellos como el árbol obtendrían un beneficio, sin embargo este se está ‘asfixiando’ con tantas muestras de cariño. Las pisadas de los visitantes a este ejemplar compactan el terreno que rodea al árbol, impidiendo así que el aire entre en sus raíces.

‘El abrazo sincero de amigo’

Miguel Herrero Uceda, que a pesar de ser un eterno defensor de que no hay nada que siente mejor a las personas que el “abrazo sincero de un amigo”, aseguró que si este se vuelve un icono puede afectarle. “Todos los árboles son válidos, pero si alguno de ellos se hace muy famoso y todo el mundo quiere abrazarlo, entonces éste pierde su valor terapéutico y debe ser protegido”, expone este científico natural y comprometido con la defensa del medio ambiente que realiza diferentes talleres de arboterapia o silvoterapia, además de ser uno de los participantes de este ‘movimiento’

Terror a la mano del hombre

“El abrazar a un árbol y sentir la naturaleza que hay ahí dentro, dice Herrero, es muy positivo, tanto para el árbol como para las personas. Reencontrarnos con la naturaleza es muy beneficioso. Nuestro bienestar depende de ellos”, asegura Herrero.

Con respecto a lo ocurrido en San Lorenzo de El Escorial, el Ayuntamiento del Real Sitio opina de otra manera y pide a los visitantes que no asfixien a su castaño centenario, ya que no son los abrazos sino sus pisadas las que afectan a este ser vivo, que está situado en el arroyo del Avispero, zona que fue renovada recientemente por el Consistorio del Real Sitio a fin de mejorar sus condiciones de vida, a la vez que piden a los vecinos y visitantes que respeten la señalización que prohíbe el acceso al perímetro que lo rodea”.