El vicepresidente de la Comunidad de Propietarios del inmueble sito en la calle Honorio Lozano, 22 de Collado Villalba, P.A. Kloppe, nos envía un escrito de denuncia en el que manifiesta: “Hace cuestión de 7 u 8 años, en la Calle Trinidad, número 19, paralela a Honorio Lozano y a la Plaza de Los Belgas, se construyó un edificio de viviendas que, como resultado de la crisis económica por la que entonces atravesaba el país, no llegó a poder vender ninguno de sus pisos antes de que quebrara la constructora. Poco tiempo después este edificio ha sido ‘okupado’ ilegalmente por diferentes gentes que han ido perturbando la convivencia vecinal en mayor o menor medida.
Incluso éste ha llegado a ser ‘okupado’ por bandas latinas y en su interior había plantaciones de marihuana, abundando las peleas, las fiestas hasta altas horas de la madrugada, acumulación de basuras y chatarra. En definitiva, considerables problemas para los vecinos de esta zona, quienes añaden que “a duras penas hemos ido consiguiendo lidiar con estas adversidades, siempre con la esperanza de que más pronto que tarde, se resolviera la situación”.
Pero a día de hoy, prosiguen los denunciantes, el problema se ha vuelto insostenible. “La gente que actualmente ocupa este edificio, no lo podemos llamar viviendas porque este ‘gueto’ no reúne las condiciones para calificarlas así, se nutre de electricidad a base de unos grupos electrógenos que tienen instalados en sus patios exteriores, generando con ello un ruido muy elevado de forma continuada durante todas las horas del día, al que debemos añadir las emisiones de monóxido de carbono que emanan un gas que, como saben, es tóxico e incluso, puede llegar a ser mortal, lo que hace que el día a día en nuestros hogares sea un verdadero infierno. Al tener que soportar este ruido y estas vibraciones en el lugar dónde deberíamos encontrar el descanso, nos está generando unos niveles de estrés y ansiedad verdaderamente alarmantes, de hecho ya hay vecinos en tratamiento psicológico por este motivo”.
Amenazas e insultos
“Hemos intentado arreglar la situación dialogando directamente con estas personas, pero lo único que hemos recibido por su parte, han sido amenazas e insultos. Es más, recientemente nos han llegado a disparar con perdigones a nuestras viviendas y a nuestras mascotas con una escopeta, lo que provocó que la mascota de una vecina perdiera un ojo por un disparo de estos.
Todas estas situaciones han sido denunciadas en numerosas ocasiones ante la Policía Local y la Guardia Civil, que alegan no poder actuar sin orden judicial. Se han interpuesto más de tres denuncias en el juzgado, varios escritos en el Ayuntamiento, de los cuales no hemos recibido ni la más mínima respuesta, Conseguimos llegar a hablar personalmente con la alcaldesa, Mariola Vargas, pero por los resultados obtenidos nos han vuelto a hacer caso omiso.
Es por lo anteriormente expuesto, lo que pedimos con este escrito es que desde El Faro del Guadarrama den publicidad a esta desesperada situación que vivimos muchas familias, con la única esperanza de que haciendo público este grave problema que estamos padeciendo, consigamos que las instituciones reaccionen y los ciudadanos podamos volver a vivir en nuestros hogares con la tranquilidad que merecemos.