Deslucida Feria de Alpedrete, que debe servir para recapacitar
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Viernes 25 de mayo. Novillada Picada. Tiempo lluvioso. Alrededor de 300 personas. Novillos de Tomás Entero (1º), manso y rajado; Pilar Población (2º y 5º), chicos y deslucidos, y “El Sierro” (3º y 6º), feos, mansos y descastados. Alberto Román, silencio en ambos; Francisco Javier, silencio en ambos; y José María Lázaro, oreja y oreja.
Sábado 26. Corrida de Toros.
Cerca de un cuarto de aforo. Toros de Salustiano Galache, muy chicos, sin remate y de paupérrimas y escasas encornaduras. De poco juego en conjunto por flojos, descastados e insulsos. Víctor Janeiro, ovación con saludos y pitos; Javier Valverde, ovación con saludos y silencio; y Emilio Laserna, oreja y silencio.
La feria de Alpedrete 2007 invita a reflexionar. Ha tocado fondo. Durante los últimos cuatro años el Ayuntamiento ha acumulado una serie de despropósitos que han culminado este año con una feria sencillamente penosa. Festejos tan decepcionantes durante los últimos años han desembocado en echar poco a poco al público de la plaza, y lo peor de todo es que la gente ya no vuelve.
Los responsables políticos deben darse cuenta de esta grave situación, aumentar la subvención destinada a festejos taurinos, contratar con una empresa seria si no desean optar por la autogestión, y apostar por la fiesta de los toros en Alpedrete. Este año todo ha sido para olvidar y mucha culpa la tiene el Ayuntamiento. Se han vivido situaciones embarazosas y en ocasiones incluso ha peligrado la celebración de los dos últimos festejos. El ganado ha estado mal presentado, no ha servido para el lucimiento y los coletas en líneas generales han pasado de puntillas. Ojalá que en los próximos cuatro años el renovado Equipo de Gobierno encauce este tema.
El pasado viernes se abrió la feria con una novillada picada. Saltó al ruedo un popurrí de novillos de hasta tres hierros distintos. Estuvieron mal presentados y fueron de nulo juego por su falta de casta.
La terna no consiguió hacer nada, lo que unido a la lluvia provocó un festejo plúmbeo y aburrido.
Alberto Román se las vio con un marrajo de Tomás Entero y con otro manso de “El Sierro”. En ambos no se encontró cómodo y abrevió.
Francisco Javier tampoco pudo brillar, y aunque puso más voluntad tampoco logró nada destacable.
Lo más positivo de la tarde lo llevó a cabo José María Lázaro. Con benevolencia se llevó una oreja de cada uno de sus antagonistas. En su primero la buena estocada ayudó, y en su segundo tocó pelo en virtud de su oficio.
El sábado 26 se celebró una infumable corrida de toros con el hierro de Galache. Un sexteto terciado, anovillado y muy pobre por delante. Lo peor de todo fue que no tuvo fuerza y le costó un mundo desplazarse.
Javier Valverde consiguió lo más destacado de la tarde, aunque su fallo con los aceros le privó de pasear algún trofeo. Sobre todo del quinto, el único toro que aunque soso se dejó y aguantó un poquito más. Valverle le hilvanó tandas de buena factura, con mucho temple, que fueron lo mejor de toda la feria. Con su primero no pudo hacer nada porque el toro se paró. Víctor Janeiro estuvo francamente mal con su lote. Desmotivado y con escasa confianza, no convenció posiblemente ni a él mismo. En el cuarto además estuvo muy desafortunado con espada y descabello.
Emilio Laserna cortó la única oreja del tercero. Una labor valerosa que tuvo el refrendo de una buena estocada. El sexto fue un toro más orientado e hizo cosas feas en los primeros tercios. Laserna no se anduvo con milongas y con mucha brevedad le envió al desolladero.
Novillada aplazada
Mañana, sábado 2 de junio, está previsto que se celebre en Alpedrete, la novillada con picadores que fue suspendida por la lluvia el pasado jueves 24 de mayo.
Por tanto, hará el paseíllo la misma terna que estaba anunciada el jueves: Leonardo de Maracay, Eliseo Gallardo e Ismael Cuevas. La empresa Califa Toros ha cambiado la ganadería, ya que se lidiaran novillos de “El Sierro” y no de Pilar Población como figuraban en el cartel inicial. La novillada comenzará a las siete de la tarde.