Tras más de ocho décadas enterrado, el arado puso al descubierto a última hora del pasado viernes 30 de agosto, un proyectil de la guerra civil que permanecía sin explosionar en una zona próxima al casco urbano de Valdemorillo. Concretamente de una finca de propiedad de la familia Gamella, situada a unos cien metros de la vivienda más cercana.
La pieza encontrada es un mortero, entero pero muy oxidado y deteriorado que tras las oportunas comprobaciones, fue retirado por agentes de la Guardia Civil. El Ayuntamiento ha agradecido la prudencia y el acertado modo de proceder tras producirse el descubrimiento “dada la evidente peligrosidad que supone intentar manipular restos de este tipo”, como ha recordado Miguel Partida, Concejal de Seguridad Movilidad del consistorio valdemorillense.
Y no es este el primer hallazgo de este tipo que se registra en la localidad, considerada precisamente como un enclave dentro del Plan de Fortificaciones de la Comunidad de Madrid, dado el abundante patrimonio que se conserva en forma de fortines, trincheras y otros elementos similares que constituyen vestigios arquitectónicos de gran valor para conocer este tipo de construcciones del siglo XX y que, en el caso de Valdemorillo, revelan la importancia que tuvo este municipio dentro del denominado ‘Frente Oeste’.