Mariola Vargas, concejala hasta entonces del área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Collado Villalba en el Ejecutivo presidido por Agustín Juárez no va tener nada fácil su reelección en los comicios del próximo mes de mayo a los que, salvo sorpresa de última hora, volverá a presentarse como candidata a la alcaldía villalbina, cargo que ocupó tras la dimisión de su antecesor, Agustín Juárez, después de ser este imputado en el ‘caso Púnica’. Vargas accedería a la alcaldía después de un deprimente espectáculo organizado por la por entonces presidenta regional, Esperanza Aguirre, en la sede del PP de Madrid, acto muy criticado por los medios de comunicación madrileños. En las elecciones de 2015, a duras penas, Mariola Vargas pudo revalidar el cargo de primera autoridad local de Collado Villalba, al obtener sólo 9 concejalías (8.155 votos), por lo que necesitó el apoyo de Ciudadanos (4 ediles), para poder seguir al frente de la alcaldía durante una complicada legislatura que finalizará el próximo mes de mayo, y a la que la edil concurrió con un lista de ediles que calificó de continuista y cuyo objetivo era “atender los problemas de los villalbinos, sus sugerencias e inquietudes para darles las mejores soluciones y alternativas”, objetivo bastante complicado en un consistorio, por entonces fuertemente endeudado tras la gestión despilfarradora llevada a cabo por los gobiernos socialistas presididos por José Pablo González Durán.
Aun así, Vargas se presentó a la reelección en los comicios de 2015, presumiendo de haber “consolidado y mejorado los servicios municipales y estar en condiciones, una vez alcanzado el saneamiento de las arcas públicas, de afrontar nuevas prestaciones que permitan mejorar la calidad de vida y el bienestar de todos los villalbinos” y todo esto lo fundamentaba en hecho de “haber elaborado un ambicioso programa que combinará la cercanía de la calle con los recursos que ofrecen las nuevas tecnologías, dos caminos muy válidos”, añadía la alcaldesa, y totalmente compatibles, que abarcan un amplio abanico de posibilidades para la participación”.
Legislatura con más sombras que luces
La situación de unas arcas municipales endeudadas como consecuencia del despilfarro del dinero público durante casi dos décadas de gobiernos socialistas, dio origen a una política de restricciones económicas por parte de la hacienda local que llevaron a este municipio a la más absoluta precariedad económica. El gobierno de Mariola Vargas, que perdió a poco de iniciarse la legislatura al Concejal de Economía y Hacienda, José Ramón López, número dos de la lista de la regidora, se vio sumido en un callejón con difícil salida, situación que aún se complicaría más con la intervención del Ministerio de Hacienda en el control de las cuentas municipales que, en algunas ocasiones, hasta llegaron a ser embargadas por algunas empresas por el impago de facturas, entre ellas las relacionadas con la obra del túnel-parking de Honorio Lozano-Batalla de Bailén.
Pero si la cuestión económica era complicada, no lo era menos la meramente política a consecuencia de las crisis internas surgidas, la mayoría de ellas, por la incapacidad de la propia alcaldesa a la hora de darles solución. Así, entre otros contenciosos que complicaban la gestión del Consistorio, hemos de destacar las adjudicación y funcionamiento de la ORA, las prórrogas continuadas e incomprensibles del contrato de la Limpieza Pública (FCC), el del mantenimiento de Parques y Jardines, el convenio laboral con trabajadores, la desidia del Ejecutivo en el mantenimiento de las instalaciones deportivas (piscina climatizada, polideportivo, etc)
Y a todo esto, hemos de añadirle las “crisis” continuas que han salpicado, durante estos casi cuatro años, al seno del propio Equipo de Gobierno, al afectar sobre todo a algunos de los concejales más significativos del Ejecutivo como consecuencia de las discrepancias habidas en algunos temas municipales con la propia alcaldesa. A ello, entre otras cuestiones, estuvo la renuncia de José Ramón López, que pocos meses después de iniciarse la legislatura opto, sin hacer ruido, por retornar a su puesto de funcionario, renunciando así el área municipal de Economía, Hacienda y Contratación. Tampoco la regidora fue capaz de solucionar sus diferencias con el edil, el número 3 de su lista, Alberto Sánchez, hasta entonces uno de los concejales de la confianza de la alcaldesa (también salpicado por el proceso de la trama Púnica), al que ella le había asignado previamente las áreas de Obras, Servicios, Medio Ambiente y Festejos, pasando de ser uno de los ediles de su confianza, al grupo de no alineados. Otro caso parecido ocurrió con la tercera edil del Ejecutivo popular, María del Mar Gil, número 7 de la candidatura popular y amiga hasta entonces de Vargas, y a la que posteriormente ésta le retiraría sus áreas por una “presunta pérdida de confianza”. Tampoco salió mejor parada Yolanda Martínez, concejal de Educación y representante de los directores del Consejo Escolar de Collado Villalba y número 9 de la candidatura del PP, considerada como la “superconcejala” del Ayuntamiento, todos ellos, según ha podido saber El Faro del Guadarrama, descartados para formar parte la lista de candidatos en las próximas elecciones, caso de que Mariola Vargas sea nominada a la alcaldía en los comicios de mayo próximo
Por el contrario, y siempre según las mismas fuentes, se da ya como segura la presencia en la lista del Partido Popular local de otros ediles considerados como ‘fieles a la causa de la regidora’, caso de María Torre Marín, Lourdes Cuesta, Adán Martínez, Carlos Sanz , entre otros, ya que todo parece indicar, aunque a día de hoy su candidatura a la alcaldía aún no ha sido refrendada por Génova, que Mariola Vargas será la cabeza de lista del PP a la alcaldía, en unas elecciones dónde los dos sondeos a los que ha tenido acceso este periódico, dan a Ciudadanos (Cs) como partido ganador de estos comicios, lo que vendría a confirmar los rumores que circulan por los ‘mentideros’ políticos de este municipio, sobre un más que presunto pacto entre PP y VOX para formar gobierno, siempre que ambas formaciones sumen la mayoría necesaria de concejales para gobernar este Ayuntamiento.