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Miles de viviendas amenazan el futuro Parque

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Panorámica de la Sierra desde la localidad de Guadarrama
Panorámica de la Sierra desde la localidad de Guadarrama
Rafael Simancas, secretario general del PSM, definió no hace mucho los temas de urbanismo relacionados con la zona Noroeste de Madrid (incluida la propia Sierra del Guadarrama), como algo muy parecido al Far West americano. Esta afirmación que provocó de inmediato no pocas descalificaciones hacia el líder socialista, sobre todo por parte de algunos responsables de la política municipal y autonómica del PP, es un hecho que ya pocos cuestionan, sobre todo si nos atenemos a las muchas críticas surgidas en torno a la redacción de algunos planes generales promovidos por varios municipios de la Sierra o de modificaciones puntuales que algunos consistorios han planteado al Ejecutivo regional. Ayuntamientos como los de Valdemorillo, Galapagar, Torrelodones y Guadarrama, todos ellos gobernados por alcaldes populares, son los protagonistas de una polémica que se alimenta en presuntas sospechas relacionadas con la pura y dura especulación urbanística.

Dos campos de golf
Torrelodones primero y Galapagar más tarde han incluido dentro de sus más inmediatos proyectos urbanísticos la construcción de dos campos de golf en terrenos considerados como de un incalculable valor medioambiental. El municipio torrelodonense, que preside el popular Carlos Galbeño, intenta justificar un equipamiento de estas características que se ubicaría entre la carretera de La Coruña y las de El Pardo y Hoyo de Manzanares, en el hecho de que con ello las arcas municipales obtendrían unos importantes ingresos, algo que podría ser irrisorio si lo comparamos con los que obtendrían las empresas promotoras de las urbanizaciones que se levantarían alrededor de este recinto deportivo. El Ejecutivo local ya ha dado su visto bueno al proyecto y ahora le corresponde a la Comunidad pronunciarse al respecto. Otro tanto sucede con el campo de golf de Galapagar, incluido en el polémico Avance del Plan General aprobado el pasado verano por el Ejecutivo que por entonces presidía José Tomás Román y que de ser aprobado se emplazará en una finca rústica situada entre las carreteras de El Guijo y la de El Escorial. Los informes realizados por colectivos ecologistas son contrarios a la implantación de estas instalaciones, que conllevarían la pertinente recalificación de suelo para construir urbanizaciones de lujo. El PGOU se encuentra actualmente en la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio junto a las más de 13.000 alegaciones presentadas por los vecinos de un municipio que puede llegar a superar los 60.000 habitantes en menos de 10 años si se consuma el ordenamiento urbanístico propuesto.

El PGOU de Valdemorillo
El pasado 20 de octubre, el Ayuntamiento de Valdemorillo también aprobó el avance de su nuevo planeamiento urbanístico, donde la polémica, pese a los esfuerzos realizados por la alcaldesa Pilar López Partida para que los grupos políticos apoyasen mayoritariamente este documento, no ha hecho más que empezar. Los intereses especulativos puestos al descubierto por algunas promotoras al comprar previamente la mayoría de los terrenos destinados al desarrollo urbanístico del municipio es tema de dominio público, destacando en este aspecto la finca antes denominada Prado Aulencia y ahora Prado Cortadillo, objeto hace poco más de un año de un intento de recalificación vía modificación puntal de las Normas Subsidiarias a través de un convenio que posteriormente fue abortado tras la moción de censura presentada por el PP al anterior Ejecutivo integrado por el PSOE e independientes. López Partida prometió nada más asumir la Alcaldía que esta finca no se recalificaría, y ahora el Avance del PGOU contempla la construcción de casi 500 viviendas (el convenio anterior recogía la construcción de 800, de las cuales la mitad contaba con algún tipo de protección), siendo ahora todas ellas de precio libre. Las viviendas protegidas, un negocio no menos importante para las empresas conocidas como gestoras de cooperativas, se construirán en Las Portelas, junto a la carretera del Cerro de Alarcón. Al respecto, Carmen Villanueva, ex edil del anterior Equipo de Gobierno y actualmente edil del grupo mixto, manifestó a El Faro del Guadarrama que “los grandes beneficiados de este Plan son principalmente Afar-4 (empresa vinculada al caso Majadahonda), por el suelo rústico adquirido en este municipio y que ahora pasa a ser urbano no sectorizado y el diputado del PP, Rogelio Bahón al que se le califican dos hectáreas en las inmediaciones de la carretera de El Escorial, concretamente junto a la rotonda de Peralejo. Curiosamente al resto de las fincas próximas a la del señor Bahón no sólo no les permitirán urbanizar, sino que se las catalogan como de protección paisajística”.

Guadarrama y Los Pradillos
Tampoco el nuevo planeamiento urbanístico de Guadarrama se libra de las críticas, y así lo reflejaba hace dos semanas este periódico. Pero un informe llegado a nuestra redacción el pasado lunes agrava la redacción de un PGOU que en su primera fase (consta de dos) centra la mayor parte de su desarrollo urbanístico en la zona denominada Los Pradillos, donde se contempla la construcción de 1.225 viviendas, además de amplias zonas comerciales localizadas en el margen izquierdo de la M-622.

Pues bien, el citado documento, que no es otro que el emitido por la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid a través de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental el 17 de enero de 2003 y en relación con la mencionada finca, dice textualmente: c) Sector 3 Los Pradillos: ... “según documentación aportada por la Dirección General del Medio Natural, en este sector acaeció un incendio forestal en el año 2001, por lo que, en virtud del art. 16 de la Ley 9/2002, del Suelo de la Comunidad de Madrid, la superficie incendiada no podrá pasar a suelo urbanizable hasta que no hayan transcurrido 30 años”.
¿Desconoce Mariano Zabía, consejero de Medio Ambiente, este informe? ¿Ha derogado el Ejecutivo que preside Esperanza Aguirre la ley 9/2002, sobre incendios forestales y su repercusión en las áreas afectadas? ¿Acaso Fernández Rubio, alcalde y diputado regional, esconde la cabeza bajo el ala en este asunto al ser su hermano uno de los copropietarios de estos terrenos? Estas y otras preguntas se las hacen muchos vecinos de Guadarrama (ver la sección de Cartas al Director de El Faro de la semana pasada) sin recibir contestación alguna porque, al menos hasta ahora, todo lo relacionado con el Plan General de esta localidad parece rodeado de un sospechoso silencio. Se dice que Porto Rey, director general de Urbanismo de la Comunidad de Madrid, está dispuesto a respaldar en su totalidad esta primera fase del PGOU de Guadarrama, posicionamiento un tanto extraño si nos atenemos a las declaraciones realizadas por el consejero de Medio Ambiente, Mariano Zabía, que señalaba que el Parque Nacional será “una realidad a corto plazo”, manteniéndose “la integridad del territorio”. “Desde que se aprobó la orden de iniciación de los estudios conducentes al Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) no se ha aprobado ninguna modificación de ningún PGOU de los municipios potencialmente afectados por el futuro Parque Nacional”, añadió el consejero.
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