Dicen que fue entonces el Presidente del Consejo de Ministros, Antonio Maura, quien a comienzos de siglo acuñó esta frase de que las negociaciones deberían realizarse “con luz y taquígrafos” para que se conociera que se cedía y a cambio de qué.
Ha pasado un siglo y me da en la nariz que a ningún político en el poder le interesa la idea de Antonio Maura. Hoy podría decirse que las reuniones importantes se realizarán ante las cámaras de televisión, ante la prensa y ante los taquígrafos que no son necesarios, aunque todo un grupo de esteneotipistas del Congreso quieran seguir cobrando una pasta para la elaboración de actas. Una antigualla en la era digital, pero ningún político osa enfrentarse al sindicato que los defiende.
No recuerdo si algún político prometió que cuando llegara al poder abandonaría los secretismos en las negociaciones importantes y dejaría entrar a las cámaras. pero me hubiese gustado que la entrevista en Moncloa entre el presidente del gobierno de España y el racista Joaquín Torra hubiese sido televisada en directo. Porque de esta manera sabríamos si hay hipoteca y Pedro tiene que pagar de algún modo el apoyo de los separatistas en su investidura negociada por Pablo Iglesias.
Es muy humano eso de negociar prebendas, concesione en secreto en pleno siglo XXI donde se reclama la transparencia a cualquier candidato, lo bueno sería que el espíritu de Antonio Maura fuera una exigencia y una práctica. Porque hasta ahora las cámaras hacen fotos posando los presidentes y se marchan. Luego vuelve para la foto de la despedida y hasta otra Lucas.
Creo que la prensa, las cámaras, no están sólo para sacar la cara también de la política o cuando Soraya, la muñeca diabólica de La Moncloa (cuando era virreina, claro) llamaba a la Sexta para que recogieran en directo la detención del exministro Rato. Están para controlar el poder y en la era digital todo se sabe. Así que mejor no hacer nada a escondidas.