El ex jefe de la Policía de Galapagar, Juan Manuel G.M. ha resaltado en el juicio celebrado ayer en la Audiencia de Madrid, que el cuerpo realizó la inspección de una supuesta macrofiesta ilegal, en la Nochevieja de 2013, como precaución ante un posible ‘Madrid Arena’, después de que una madre le informase de dicha celebración.
La Audiencia de Madrid ha juzgado ayer a Juan Manuel G,.M., tal como ya había anunciado El Faro del Guadarrama, para el que la fiscalía pide seis años de cárcel, una multa casi 6.500 euros y la inhabilitación para ejercer cargo público durante cuatro años por un delito continuado de coacciones y otro de falsedad documental supuestamente cometido en el año 2013.
Para José V.P, jefe de servicio que estuvo al frente del mando policial bajo las órdenes del jefe de Policía, la Fiscalía también pide, por el delito de falsedad documental, cuatro años de prisión y la misma multa e inhabilitación para ser agente.
Desobediencia e insubordinación
En el juicio, el que fuera jefe de la Policía de Galapagar ha señalado que la negativa por parte de algunos agentes a firmar las actas de inspección y denuncia que realizó el jefe de servicio, José V.P. Aquella noche en la finca, supuso una ”desobediencia e insubordinación colectiva” por lo que poco después “su obligación fue incoarles un expediente disciplinario”.
Según el relato del fiscal, ese mando policial redactó un acta de denuncia en la que “hizo constar hechos, a sabiendas de no ser concordantes con la realidad”, tales como que la finca tenía un nombre comercial o que había menores consumiendo alcohol.
Sin embargo en el juicio, José P.V. ha explicado que cuando realizó una primera inspección observó a jóvenes, menores de edad, de Galapagar que reconocía por su presencia en los institutos de la localidad y ante esto pidió sus agentes que estaban en la entrada de la finca que “filiasen a algún menor que estuviera bebiendo alcohol”.
Ese fue el motivo, ha apuntado, por el que las actas de la inspección y denuncia el agente mapujklt0omla ingesta de alcohol de menores en la fiesta, entre otros detalles, y que entregó al dueño de la finca en un primer momento.
Pero después tras regresar a dependencias policiales y tras cerciorarse de que los agentes no habían filiado a ningún menor a la entrada de la fiesta, el jefe de servicio avisó al dueño y regresó a la finca para entregarle otras actas de inspección y de denuncia en la que ya no aparecía la ingesta de alcohol de menores en la supuesta macrofiesta.
Por su parte, los agentes de policía municipal han justificado su negativa a dichas actas porque “no se corresponde con la realidad”, Así han relatado que según pudieron observar en la supuesta macrofiesta no se congregaron más de 80 personas, no había porteros de seguridad, no se había pagado entrada para asistir, no había un DJ profesional, camareros o una gran carpa como así constaba en las actas que habían redactado José P.V, sino que se trataba de una fiesta entre amigos.
Amenazas a los policías
Tras regresar a las dependencias de la Jefatura de la Policía Local, los agentes han indicado ante la sala que recibieron una llamada de su superior, Juan Manuel G.M que, con un tono agresivo, les obligaba a firmar las actas “Sí o sí”, si no querían sufrir “las posibles consecuencias que podía conllevar su conducta”.
Dos de los tres agentes se mantuvieron en su negativa, mientras un tercero accedió a firmar las últimas actas modificadas ante la amenaza de su jefe de impedir su permiso de permuta a Cádiz que llevaba tramitando varios meses.
Además, los agentes han relatado que pocos días después del suceso, el ex jefe de la Policía de Galapagar citó a declarar en dependencias policiales “como testigos o si él quería cómo imputados” por un presunto delito de falsedad de documento público Un atestado que amenazó con mandar a los juzgados y con el que “sus familias lo iban a pasar muy mal”
En el juicio también ha declarado el dueño de la finca J.B., que ha apuntado que en ningún momento se trató de una ‘macrofiesta’, sino de una fiesta que habían organizado sus hijos con distintos amigos, pero el agente que entró en las viviendas” se cerró en banda diciendo que era una fiesta pública.