Denuncian que la plantilla es insuficiente y que los servicios a veces se desbordan
Los trabajadores de los cuatro hospitales privatizados de la Comunidad de Madrid amenazan una huelga indefinida
miércoles 08 de noviembre de 2017, 21:56h
Según ‘eldiairo.es’ en su edición del pasado 5 de noviembre, “los trabajadores y trabajadoras de los hospitales privatizados de la Comunidad de Madrid se plantan ante las empresas que gestionan el servicio público. Junto a sus compañeros de los centros completamente privados han acordado iniciar una huelga indefinida el próximo 27 de noviembre, según han confirmado fuentes de Comisiones Obreras a ‘eldiairo.es’, tras no haber llegado de momento a un acuerdo para la actualización del convenio colectivo. Todo se rige por el mismo, que no se ha tocado desde el año 2008, lo que implican que lleven desde 2012 con el salario congelado”.
“El personal de estos centros, según las fuentes citadas, aseguran que las plantillas están muy ajustadas, lo que provoca que los servicios ‘se desborden’ con facilidad si falta alguien o si se acumulan urgencias graves. “Vas con fiebre a trabajar porque sabes que no hay quien te sustituya”, admite la doctora Mónica Alloza, vocal de AMYTS. En el Hospital General de Villalba “te avisan para doblar turno a veces el mismo día”, señala una auxiliar de enfermería que prefiere no identificarse. Y el mismo problema refiere Samuel Mosquera, técnico de medicina nuclear en la Clínica de La Luz.
Si no se llega antes a un entendimiento con la patronal, los pasos que aún no han sido comunicados oficialmente, afectaran a los cuatro hospitales públicos de gestión privada, es decir al Rey Juan Carlos (Móstoles), Hospital General de Villalba, Torrejón e Infanta Elena (Valdemoro), que atienden a medio millón de personas de la región y a unos 40 privados, entre ellos La Luz y la Clínica Ruber. Cerca de un 60 por ciento de estos centros, según AMYTS, están en manos del gran grupo empresarial Quirón Salud, resultado de la fusión IDC y Quirón.
Nuevo convenio
El nuevo convenio que la patronal confía en que se ‘cerrará pronto’ comprendía el periodo 2016-2020, pero no contempla aumentos salariales retroactivos desde el año pasado, es decir, desde que los trabajadores tienen el convenio caducado.
Por su parte la Consejería de Sanidad, responsable de la concesión administrativa a las empresas que llevan la gestión directa de los hospitales públicos, aduce que “se respeta la autonomía de las partes para llegar a un principio de acuerdo, siempre que se respete la normativa laboral de cumplimiento exigido. No somos quienes para meternos en la autonomía de los trabajadores o de las entidades”, añaden.
El personal de enfermería y los auxiliares se quejan de sus bajos salarios, que superan por poco los 1.000 euros mensuales, según convenio. “Nosotros somos los que recibimos a los pacientes, los que damos la cara y la que paga y da recursos una empresa privada que mira por el dinero”, denuncia la auxiliar de enfermería del Hospital General de Villalba. Y añade: “La falta de personal es trasversal en todo el centro. Cuando te llega un caso gravísimo a urgencias se queda desatendido el resto del servicio. Si hay una parada se concentran ahí todos los recursos. De manera que si pasa algo igualmente grave también. Ya ha pasado de hecho. La UVI tiene 12 camas, pero personas sólo para nueve. ¿Qué ocurre cuando hay 10, 11 o 12 pacientes?. Pues se hace doblar a los trabajadores o contratan a gente dos semanas y luego las despiden. Y en los turnos de noche “sólo hay dos celadores para todo el hospital”, denuncia la trabajadora. El Hospital General de Villalba tiene 140 camas y 24 boxes, además de neonatos, UVI y paritorios.
La patronal dispuesta a llegar a un acuerdo
Fuentes de la patronal consultadas por ‘eldiairo.es’ defiende que están cerca de “llegar a un acuerdo con un poco de esfuerzo por ambas partes. El último convenio fue el de 2008-2011, un periodo de crisis muy grande que ha provocado que muchos convenios no se hayan actualizado. Durante los años 2013, 2014 y 2015 se ha ido funcionando con prórrogas. Al menos se han mantenido las condiciones, que en otros sectores empeoraron”, argumenta la representación de la empresa que se justifica en el hecho de que “el sector privado se ha visto muy perjudicado por la bajada de las fuentes de ingreso de las entidades de seguro libre”.
“La situación hace que mucha gente se esté yendo en cuanto le sale otra cosa. Al final quienes se quedan son gente joven, con poca experiencia que acaba de terminar su periodo de formación”, describe la doctora Alloza. “Si ponen a mucha gente junta a aprender pero no tienen de quien aprender, la cosas no funcionan”, concluye la auxiliar del Hospital General de Villalba.