Dos sentencias del TSJ de Madrid obligan a una nueva aprobación de las Normas Urbanísticas de Galapagar
jueves 29 de junio de 2017, 23:31h
Se trata de dos sentencias, según el Ayuntamiento de Galapagar, que afectan al planeamiento urbanístico de los municipios de Boadilla del Monte y Manzanares el Real y que obligan a retrotraer las actuaciones en el expediente de modificación del planeamiento urbanístico de Galapagar a fin de adecuarse a los nuevos pronunciamientos judiciales.
“Después de que el pasado mes de diciembre el gobierno de Daniel Pérez Muñoz, dice la información publicada por este Consistorio, lograra un hecho histórico para la localidad, como era la aprobación provisional en pleno de unas normas urbanísticas, ahora a la historia se repite, y estas normas deberán, de nuevo, ser aprobadas provisionalmente en el pleno de la corporación municipal. El motivo no es otro que dos sentencias judiciales que afectan al planeamiento urbanístico de los municipios de Boadilla del Monte y Manzanares el Real y a las que Galapagar debe ahora adecuarse.
Tal como explica el regidor galapagueño “son unos trámites que obligan a retrotraer las actuaciones en el expediente de modificación de normas de suelo urbano de Galapagar, para aportar nuevos informes y modificaciones a los que obligan estas recientes sentencias. Esos cambios lógicamente deben ser llevados de nuevo a la aprobación del pleno para su posterior ratificación en el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Espera el alcalde que esta situación “no sea más que un pequeño paréntesis en este importante trámite que tan beneficioso es para los vecinos de Galapagar” por lo que, asegura “confiamos que al igual que ocurriera en el mes de diciembre, volvamos contar con la mayoría necesaria para aprobarlas provisionalmente”.
El regidor recuerda que “la oposición de Galapagar tiene ante sí una nueva oportunidad de demostrar su interés por el futuro de nuestro pueblo porque esta actualización de normas permitirá mejorar la estética en la accesibilidad y favorecer la implantación de pequeñas y medianas empresas en el municipio. Todo ello modificando los usos del suelo pero sin realizar clasificación alguna de suelo, ni una sola vivienda más, ni un solo metro cuadrado más de suelo”.