La Comunidad de Madrid reclama ahora el pago 1.700.000 euros de la obra de la Escuela de Música

En el Pleno celebrado el pasado jueves en el Ayuntamiento de Collado Villalba, la alcaldesa Mariola Vargas, tal como anunció el sábado nuestro periódico, hizo pública la ‘penúltima’ deuda dejada por el gobierno socialista presidido, durante doce años, por José Pablo González Durán. El importe de la misma estaba relacionado con la construcción de la Escuela de Música y Danza de esta localidad y asciende a la nada despreciable cifra de 1.700.000 euros. Vargas dijo: “Hemos recibido un fax de la Comunidad de Madrid que, junto con Arpegio, nos emplazan al pago de la construcción de la Escuela de Música”. Pues bien, casi siete años más tarde, el ente autonómico ha reclamado el pago de dicha obra, concretamente del 45 por ciento (porcentaje que le correspondía abonar al Ayuntamiento), cantidad esta que se suponía liquidada, pues así lo habían manifestado los responsables del anterior gobierno, que decían haber cargado su coste al Plan PRISMA (2006/2007). Sin embargo, ahora se ha descubierto que no ha sido así, y que estos casi dos millones de euros están en el debe de la hacienda villalbina.

Conviene recordar que es obra fue proyectada por el Ejecutivo socialista en el año 2006 y su ejecución se llevó a cabo entre los años 2008/09, siendo inaugurada el 14 de septiembre de 2009.

La alcaldesa villalbina dijo al respecto “Hasta ahora decíamos que la herencia económica dejada por el PSOE era de 120 millones de euros. Ahora, lamentablemente, hemos de cuantificar la misma en 121.700.000 millones de euros”. Y acusó al portavoz del grupo municipal socialista, Juan José Morales, que acababa de culpa al PP en dicha sesión plenaria de no haber sido capaz de elaborar un presupuesto para 2016, de decir “Tenemos un túnel ‘fantástico”, “Sí, por el que pasa nadie y un parking vacio. Claro, a ustedes esto no importaba. Factura que llegaba, al cajón y ahí se quedaba. Pero ahora hay que pagarlas. ¿Y de dónde sacamos el dinero?”
La herencia socialista
La herencia dejada por doce años de gobierno del PSOE, sigue pesando como una losa, tanto como para que un tercio de los presupuestos de este Ayuntamiento tengan que destinarse al pago de la deuda. Se trata en definitiva de gestionar la ruina, de hacer verdaderas acrobacias para mantener los servicios públicos esenciales”, decía este periódico a mediados del año 2012. “No vale decir aquello de lo pasado, pasado está”, el destrozo provocado por los gobiernos presididos por José Pablo González Durán a lo largo de una larga década es de tal magnitud que los habitantes de Collado Villalba aún seguirán pagando sus consecuencias durante muchos años. Y los más lamentable es que seis años más tarde aún no se ha oído a ninguno de los componentes de dichos ejecutivos pedir perdón por tantos despropósitos que, amparados por sus votos, han conducido a este municipio a una situación de absoluta precariedad.

Proyectos faraónicos
El despilfarro del dinero público fue el denominador común en la gestión del gobierno socialista durante sus últimos ocho años (sólo se puede salvar la primera legislatura, donde el PSOE al no tener mayoría absoluta, optó por gobernar en coalición con IU). Fue a partir de entonces cuando el Ejecutivo presidido por José Pablo González, ya con mayoría absoluta, empezó a perder el pudor para entrar en una deriva derrochadora, cuyas consecuencias están pagando ahora los villalbinos; y lo peor es que tendrán que seguir haciéndolo las futuras generaciones.

De todos los proyectos faraónicos que llegaron a plantearse los socialistas (cubrir la A-6 a su paso por esta localidad, construir una plaza de toros cubierta en la zona de Los Valles, un auditorio en las inmediaciones de las oficinas del Canal de Isabel II, un polideportivo cubierto, etc) solo se haría realidad el más caro de todos, que a la vez era el menos demandado por los villalbinos. Nos estamos refiriendo al túnel-parking de Honorio Lozano, una obra que el propio González Durán intentó justificar en la necesidad de contar con un amplio aparcamiento para vehículos, cuando ya se estaba construyendo el de la biblioteca municipal, Miguel Hernández, con capacidad para más de 300 vehículos; una obra pagada íntegramente con dinero público y que sin pudor alguno fue incorporada al paquete de Concesionaria Villalba, que la seguirá explotando hasta el año 2040.
“Lo que en principio parecía una buena idea, decía ‘El País’, un túnel de 343 metros con un aparcamiento para 771 vehículos en el centro urbano, se ha convertido en la peor pesadilla de Collado Villalba. El desembolso total por la infraestructura (20 millones de euros), que crecieron hasta 40, más el canon anual a pagar a la adjudicataria de la obra, hasta el año 2046, se dispara hasta la inabarcable cifra de 111 millones, según el informe de la secretaria municipal”.

Así, pues, durante los próximos 30 años, las arcas municipales de Collado Villalba que están al borde de la bancarrota y si aún subsisten es gracias a los recortes realizados en los servicios públicos y a los créditos concedidos al Ayuntamiento por el Ministerio de Hacienda, créditos que obviamente tendrán que amortizarse año a año. Pues bien, en esa situación, las arcas del municipio van a tener que seguir afrontando también el canon de la obra (111.472.784,72 euros) a Concesionaria Villalba S.A. a través de 39 cuotas, por importes que van desde 1.256.333.72 euros, los primeros, hasta los 5.339.943,42 los últimos, allá por el año 2045. Y a todo eso hemos de añadir los embargos sufridos en estos últimos años que dieron comienzo con una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en la que se condenaba a este municipio a pagar la cantidad de 1.709.948,78 euros más 267.542,42 por costas e intereses, por el impago de parte de las obras de la piscina y balneario de la Ciudad Deportiva que el gobierno socialista había dejado de pagar a la empresa DHO. Y así se fueron sumando ‘pella’ tras ‘pella’ hasta llegar a esos más de 120 millones que, según la alcaldesa Mariola Vargas, les ha dejado de ‘herencia’ los doce años de gobiernos socialistas. Y ante todos esos desmanes, la peregunta que todos nos hacemos es: Con tanto despilfarro, tantas facturas sin pagar en los cajones, y tantos puntos oscuros en la gestión de los socialistas, ¿cómo es posible que los responsables de los dos últimos gobiernos del PP aún no hayan sido capaces de acudir a la Fiscalía Anticorrupción a denunciarlo?. Conviene recordar que la dejación de funciones -lo omisión del deber de perseguir delitos-, por parte de un cargo político, está tipificado como delito.