Preocupación en los municipios de la zona Noroeste de Madrid por cómo y dónde van a verter sus basuras
Colmenar Viejo ha pedido que se selle la planta que lleva ‘soportando’ desde hace 30 años
miércoles 16 de noviembre de 2016, 22:56h
Si hace unos meses se oían voces al Oeste de la Comunidad de Madrid, con Loeches a la cabeza, mostrando su preocupación por dónde van a verter los madrileños sus basuras en los próximos años, ahora este mismo problema se ha desplazado a la zona Noroeste de Madrid, donde trece ayuntamientos de la Sierra de Guadarrama han remitido a la Comunidad de Madrid sus alegaciones al borrador del Plan de Gestión de Residuos de 2017/2024, que tiene que elaborar el Ejecutivo regional que preside Cristina Cifuentes. Entre todos los ‘peros’ descata uno: nadie quiere una incineradora.
Los municipios de Pedrezuela, Miraflores, Navacerrada, Alpedrete, San Lorenzo de El Escorial, Cercedilla, Moralzarzal, Manzanares el Real, El Molar, Boalo-Cerceda-Mataelpino, ayuntamientos que no están gobernados por el PP, que ha descolgado a Guadalix, Guadarrama, Los Molinos y Hoyo de Manzanares, se han mostrado contrarios a una incineradora. Javier Benayas, concejal de Sostenibilidad de Soto del Real, uno de los impulsores de las alegaciones presentadas al borrador del gobierno regional, ha dicho al respecto: “Si no queremos incineradora, tenemos que impulsar entre todos una política agresiva de reciclaje, una política que pasaría por instalar ‘miniplantas’ por toda la comarca que hagan tratamiento en origen. “Frente a la localización de grandes infraestructuras en tres o cuatro puntos de la Comunidad de Madrid, sería mucho más eficiente y ahorraría costes en transporte el apostar por la generación de plantas de tratamiento de menos dimensiones (por ejemplo, de residuos de poda o materia orgánica), ubicados en las proximidades de los lugares donde se generan. Esto implica que se haga una “separación en origen”, además de fomentar el compostaje”.
Reparto de tareas
Estos trece municipios también sostienen que “no tiene ningún sentido - según recoge la propuesta-, la exigencia a los ayuntamientos de tener plenamente implantada la recogida selectiva de la materia orgánica domiciliaria antes del año 2019, o de los residuos de poda, en enero de 2018, si no existen las plantas de tratamiento de las Mancomunidades que puedan tratar estos residuos de forma separada, instalaciones cuya inversión no puede ni debe hacerse a cargo de la cuota de basura que pagan los vecinos”. Es bueno recordar que en la actualidad, la gestión de la recogida de residuos es competencia municipal, mientras que su tratamiento lo asumen las Mancomunidades que, al menos en el caso de la zona Noroeste, “se crearon sin las instalaciones necesarias para un tratamiento apropiado de los residuos y con unas tasas de llegada al vertedero por encima del 50 por ciento”.
Por el momento los municipios afectados confían en que sus puntualizaciones al documento preliminar sean tomadas en cuenta en la propuesta definitiva que haga la Comunidad de Madrid.
El problema de Colmenar Viejo
La situación de Colmenar Viejo en este asunto es paradójica: soporta el peso del verdadero del Norte, pero no pertenece por voluntad propia a la mancomunidad, así que no puede decidir sobre su futuro. El gobierno municipal del Partido Popular (en pleno “impasse” tras la dimisión del alcalde), con el apoyo de la oposición ha pedido este mes que se selle la planta que llevan ‘soportando’ desde hace tres décadas y, por supuesto, se niegan a soportar una incineradora.
Ganemos Colmenar, a través de su portavoz municipal, con el apoyo de la oposición, ha pedido que este mes se selle la planta que llevan soportando desde hace más de 30 años, y por supuesto, se niegan a que le suceda una incineradora.
Por otra parte, partidos como Equo también han planteado ya sus sugerencias. Los ecologistas creen que la actual gestión de los residuos en la Comunidad de Madrid es ‘desastrosa’ ya que el índice de recuperación y reciclaje de los mismos, apenas alcanza el 30 por ciento.
En esta línea puede que se descarte “toda posibilidad de construcción de nuevas incineradoras, por ser infructuosas, muy caras y perjudiciales para el medio ambiente y la salud”, según manifestó Cloti Cuellar, concejala de Arganda del Rey.