El PGOU divide al Ejecutivo de Alpedrete
Pese a las presiones del PSOE, el Círculo de Podemos propone elaborar un nuevo planeamiento urbanístico
jueves 10 de noviembre de 2016, 22:14h
“PSOE y Podemos enfrentados por el PGOU”, titulaba nuestro periódico el pasado 28 de junio, tras la evidente deterioro en la relación de ambas formaciones, ‘socias’ de gobierno en la presente legislatura, aunque cada vez más distantes tras las divergencias surgidas en relación al escabroso tema de cuál puede ser el planeamiento urbanístico más conveniente para este municipio, al insistir el PSOE por mantener el Plan General aprobado por el Partido Popular a finales de la pasada legislatura, mientras el Círculo Podemos y Alpedrete Sostenible se inclinan por elaborar un nuevo planeamiento, radicalmente diferente a fin de evitar “manipulaciones y posibles abusos escondidos”.
Así las cosas, el pacto de gobierno firmado tras las elecciones celebradas en mayo de 2015 entre Alpedrete Puede, UNPA y PSOE, arrebatando así la alcaldía al PP, pese a ser éste el partido más votado, poniendo con ello fin “a 12 años de políticas populares no muy acertadas”, contemplaba -según el grupo municipal socialista-, entre otros acuerdos, mantener en vigor el Plan General de Urbanismo aprobado por el PP, en los siguientes términos: “Aceptar las 159 alegaciones presentadas por el PSOE en el año 2014 sobre dicho planeamiento; eliminar el desarrollo Cerca de Los Robles; eliminar también la ampliación del casco urbano y convocar al respecto una consulta ciudadana”.
Año y medio más tarde, se quejan los socialistas, ninguno de estos puntos se han cumplido, corriendo la misma suerte otras propuestas incluidas en dicho documento, tales como: “Que Arcilleros Norte sea urbanizable con el 60 por ciento de viviendas sociales y el 50 por ciento de estas, en régimen de alquiler; que el Polígono Industrial se amplíe y cambie su calificación a comercial; que en Los Llanos Sur se construyan 800 viviendas, pues en caso contrario sería económicamente inviable; y que se produzcan aumentos de edificabilidad”.
El Secretario de Organización del PSOE, a la sazón, firmante de dicho documento, insiste en que estas propuestas fueron incluidas en el acuerdo consensuado y firmado por Podemos y UNPA, “siendo entregado en el Ayuntamiento por el redactor del PGOU el día 5 de abril de 2016. Desde esa fecha seguimos esperando responsablemente a que el señor Alcalde convoque el pleno para aprobar definitivamente el Plan General”
Un PGOU obsoleto
Ante el cruce de comunicados entre el Círculo de Podemos Alpedrete y la Agrupación Local del PSOE sobre este polémico asunto, aparece un tercero en discordia: Alpedrete Sostenible para mostrar su apoyo a todas las iniciativas encaminadas a “impedir o dificultar” la tramitación del citado PGOU “y que se emprenda la elaboración de otro Planeamiento, sostenible y moderno en sus criterios urbanísticos y medioambientales”. Añadiendo: “Coincidimos por ello con el Círculo de Podemos sobre la oposición a la Urbanización de Arcilleros Norte, respaldando así la opinión de los vecinos de esta zona; tampoco creemos que tenía sentido la ampliación de un Polígono Industrial que está en gran medida infrautilizado, con muchas naves y parcelas vacías; ni por supuesto con la absurda urbanización de un terreno no apto para ello, como Los Llanos Sur. En todo caso, añadía Alpedrete Sostenible, bienvenida sea la posición del Círculo de Podemos Alpedrete si esta sirve para replantearse en su conjunto este PGOU obsoleto que defiende el PSOE, postura que ignoramos a que interés responde, interpretando a su manera el pacto de gobierno, mientras omite el díptico que refleja en que se basó este, haciendo graves acusaciones que dificultan la vida política en este municipio.
Un pacto de conveniencia
El acuerdo de Gobierno entre Alpedrete Puede, PSOE y UNPA sólo tenía un objetivo: echar de la alcaldía a Marisol Casado (PP), una alcaldesa polémica, con más sombras que luces durante sus tres legislaturas (12 años) al frente del Consistorio local. Y este deseo se consumó gracias a la buena predisposición mostrada al acuerdo de Gobierno, tanto por el Partido Socialista, con su secretario de organización, Juan A. Aragoneses cuya condición a la hora de aceptar el Gobierno tripartito, fue la inclusión del Plan General, aprobado por los populares a finales de la pasada legislatura y que tanto criticó él por entonces, con la ‘bendición’ de Podemos y UNPA, cuya responsable, Ana Isabel Balandín, optó por dejarse llevar, incentivada lógicamente por las ventajas que tendría al formar parte del Ejecutivo (al margen del sueldo correspondiente a la primera tenencia de Alcaldía por dedicación exclusiva, serían se su competencia las áreas de Juventud, Deportes y Festejos). Además, de la segunda concejalía del grupo, quedaba compensada con un salario del 50 por ciento. La oferta era irrechazable porque la segunda opción que tenían era pactar con el PP, algo bastante difícil.
Este acuerdo que muchos consideran de conveniencia, así lo calificó también la oposición popular, facilitó al doctor García Galbert (Podemos) hacerse con la Alcaldía, facilitando ‘teóricamente’ al Partido Socialista controlar el urbanismo local, además de ‘colocar’ a Marta Díaz Álvarez, cabeza de lista, como segunda teniente de Alcalde con dedicación exclusiva, como responsable de las áreas de Cultura, Empleo, Desarrollo Local, Comercio y Turismo y a su compañero, Juan Aragoneses, con sueldo de media jornada, y el control de las áreas de Ordenación Sostenible del Territorio, Servicios Municipales y Vivienda.
Año y medio más tarde, las relaciones de los integrantes del Equipo de Gobierno de Alpedrete se han deteriorado tanto que, a decir de la oposición, apenas hay diálogo entre ellos, incluso, como dijo Marisol Casado (PP) la semana pasada, “algunos ni se hablan”.
Pero lo que sí ha quedado claro, diga lo que digan los socialistas de Alpedrete, es que el acuerdo firmado entre el alcalde y el PSOE en relación al Plan General, se ha quedado en ‘agua de borrajas’, El propio regidor lo dejó claro cuando el 22 de junio de 2015 (ver web del Ayuntamiento) dijo públicamente: “El compromiso logrado por las tres fuerzas de Gobierno es realizar una consulta ciudadana vinculante que decida el futuro del PGOU. Como alcalde no me pronunciaré sobre cuál es mi postura, la campaña la tendrán que hacer las organizaciones que están a favor o en contra”. García Galbert no engañó, diga lo que diga ahora Aragoneses. Más bien se engañó el mismo, pero aún así, ninguna de las partes parece dispuesta a provocar un enfrentamiento a sabiendas de que no iba a favorecer a ninguno de los grupos políticos que forman el tripartito, al provocar un vuelco de tal magnitud que dejaría al PP de Marisol Casado al frente del Ayuntamiento, pero en minoría, lo que lo haría ingobernable.