Los aullidos de Lobo Cojo
INTERINO
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
“La apresurada apertura al tráfico de Batalla de Bailén me ha permitido presenciar últimamente algunos episodios en los que he comprobado que la paciencia de los villalbinos está a prueba de bombas, dice Lobo Cojo. Y si no, díganme cómo es posible aceptar sin poner mala cara o soltar un taco que en una ciudad cuya plantilla policial ronda el centenar de efectivos, a uno de ellos (será la excepción) no se le ocurra mejor idea que pedir a uno de los obreros que trabajan en la obras del túnel que le ayude a regular el tráfico. Y eso lo pudieron comprobar el pasado miércoles, por la mañana, muchos de los conductores que, tras soportar un tremendo atasco en esta vía, conseguían llegar a la altura del semáforo situado en las inmediaciones de la calle Real, viendo cómo un policía intentaba acelerar el paso de vehículos con la ayuda de un obrero (casco blanco y chaleco amarillo) que, situado junto al paso de peatones, procuraba repetir las instrucciones del agente. A todo esto, el semáforo seguía a su bola (rojo, verde, muñequito encendido, muñequito apagado...), situación que como era de esperar terminó por provocar el caos entre conductores y peatones, al plantearse la duda sobre si obedecer al guardia (así lo dice el código de circulación, pero me temo que muchos lo desconocen), al obrero o al semáforo. Al final, supongo, el contencioso se superó como suele ocurrir casi siempre: con la buena voluntad de los vecinos y la ayuda divina. Amén”