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El jocoso cuento de la ‘mierda plástica’ protagoniza estos días las redes sociales

Otro hinchable de la ‘caca gigante’ volverá a las calles de Torrelodones

Otro hinchable de la ‘caca gigante’ volverá a las calles de Torrelodones
sábado 11 de junio de 2016, 10:42h

La nueva ‘caca’ gigante que formará parte de la campaña de concienciación para que los vecinos recojan los excrementos caninos en de la vía pública, estará en Torrelodones a partir del próximo 16 de junio, según fuentes municipales.

El nuevo hinchable, valorado en 2.416 euros, será pagado por la empresa adjudicataria de esta campaña, tras haber sido robado el anterior en las inmediaciones de la Plaza de la Constitución
Fuentes próximas al Consistorio han relatado que del robo del antiguo, que en ese momento estaba desinflado y dentro de una mochila, cuyo peso era de unos 30 kilos, aún se desconoce su autoría. El hinchable robado tenía unas dimensiones de dos metros y medio de alto por tres de ancho.

Por tanto, a partir de la próxima semana y hasta finales de mes, continuará en este municipio la campaña de concienciación, en la que ‘la gran caca’ se instalará en espacios como la Plaza de la Constitución, la Casa de la Cultura y el polideportivo municipal, entre otros lugares.

El ‘cuento’ en las redes
En relación con esta curiosa noticia y bajo el título ‘Un cuento de mierda’, desde el día siguiente a la desaparición o presunto robo de la ‘caca’ gigante del Ayuntamiento de Torrelodones, circula por las redes sociales, con mucho éxito por cierto, un comentario jocoso, de autoría anónima, cuyo contenido es el siguiente:
“Erase una vez un pueblo serrano, ni muy grande ni muy pequeño, que en cinco años se había convertido en el pueblo más megachupicharequeteguay de toda la provincia, porque allí pasaban cosas muy importantes y necesarias para sus habitantes, y todos los medios y las ‘teles’ hablaban de este pueblo y, sus gobernantes, estaban muy contentos porque les gustaba mucho, mucho, salir en la tele y en los periódicos y no paraban de inventarse cosas y tener grandes ideas para que se hablara mucho de ellos. En este pueblo tan chuipiguay, los coches se amontonaban en las calles y carreteras, los bebés daban botes en sus cochecitos porque no caminan en las estrechas aceras y los ciclistas se despistaban porque los carriles bici a veces estaban y a veces no. Pero los gobernantes no solucionaban estos problemas, porque tenían cosas más importantes que hacer y empleaban el dinero en colorear el pueblo y llenar todo de rayas y círculos de colorines para que los habitantes fueran muy felices.

Y ocurrió, viendo que el principal problema que existía en el pueblo del ‘Arco Iris’, era la ‘caca’ de los perros, los gobernantes se pusieron a pensar y pensar y decidieron gastar mucho dinero en conseguir que en el pueblo más chuipiguay desaparecieran de una vez y para siempre las cacas de los perros.

Y así, aparecieron por todos los lados las imágenes de mayordomos enguatados que servían el té en vajilla de plata y señoras cursis y estiradas enjoyadas hasta la ceja, pero todas tenían cara de perro y solicitaban a las personas del pueblo más guay del universo que fueran educadas, y las personas pensaban que si para ser educado había que tener una tetera de plata y un brazalete de diamantes... Y esto creaba una cierta confusión porque no se entendía muy bien qué tenía que ver ser educado con ser cursi o rico, o estirado, porque en este pueblo, las personas podrán ser muy educadas y respetuosas, a pesar de no tener mayordomo.

Y entonces un buen día los gobernantes decidieron que no era suficiente con las fotos, que tenían que hacer algo grandioso, espectacular, magnífico, escalofriante. Algo que diera que hablar, que saliera en los periódicos, en las teles. Y después de serios debates, sesudas reflexiones y noches en vela, lo consiguieron; hicieron la ‘GRAN CAGADA’. Colocaron una mierda enorme y carísima en mita de la plaza del pueblo. Y las gentes cívicas y concienciadas ante el grave problema, decidieron que esa 'caca’ enorme, la gran cagada que los gobernantes habían dejado en la vía pública, a pesar de la campaña que ellos mismos hicieron, no podía permanecer en su pueblo ni un día más y, una noche, cuando los agotados gobernantes dormían, se la llevaron. Porque eso era lo que había que hacer: quitar la mierda. Y una mierda era lo que los gobernantes habían hecho. Una mierda enorme" finaliza.

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