Luces y sombras
El PP quiere colocar un ‘paracaídista’ en Villalba. La negativa de Julio Henche a modificar su lista puede provocar una grave crisis
Manuel J. Ortega
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Egún hemos podido saber, días antes del inicio de Semana Santa comenzó una importante crisis en el seno de la familia popular villalbina que a día de hoy aún no había finalizado, originada por las presiones que estaba recibiendo desde la calle Génova de Madrid el candidato a la Alcaldía, Julio Henche, para que incluyera entre los cuatro primeros de su lista a uno de esos paracaídistas a los que el Partido Popular suele agradecer los servicios prestados facilitándoles el acceso a un cargo público . En este caso, siempre basándonos en nuestras fuentes, el premiado lleva años residiendo en Collado Villalba, pero su actividad política la ha venido desempeñado últimamente en Madrid, concretamente en la Junta de Distrito de Retiro.
Julio Henche, que ya tenía cerrada, tras consensuarla con sus compañeros de Ejecutiva, la lista de los componentes de su candidatura, se sintió incómodo por la recomendación que le hacían desde la cúpula regional del partido (se dice que incluso el propio vicepresidente, Ignacio González, se mostró interesado en el tema), negándose a admitir ningún tipo de intromisión en un asunto sumamente delicado porque, entre otras cosas, coartaba su libertad como candidato a la hora de elegir a las personas que iban a integrar su equipo de trabajo y, caso de ganar las elecciones, serviría de base para sustentar su futuro Equipo de Gobierno. Que nosotros sepamos, y siempre basándonos en fuentes bien informadas, en la tarde del pasado miércoles Julio Henche se mantenía en sus trece y así se lo hizo saber a algunos de sus hombres de confianza: había enviado a Madrid la lista definitiva, en la que obviamente no aparecía el nombre del paracaídista de marras, una persona que al parecer goza de la confianza política de Pedro Antonio Martín Marín, villalbino de nacimiento, ex secretario de Estado durante el gobierno de Aznar y persona bastante influyente en Génova dada su amistad con Esperanza Aguirre, quien ya ocupando el cargo de ministra de Cultura visitó en varias ocasiones el caserón de La Venta, residencia habitual de Martín Marín hasta hace pocos años en esta ciudad.
Ocho años más tarde, la historia se repite
Pero la situación que ahora vive Julio Henche no debe sorprender a los militantes más veteranos del Partido Popular villalbino, pues muchos de ellos aún no han olvidado el varapalo sufrido por la candidatura presidida por Carmen Rodríguez en mayo de 1999, consecuencia de otra desafortunada intervención de los mandamases de Génova, entre los que curiosamente, según se dijo en su día, estaba Pedro Antonio Martín Marín, quienes exigieron al por entonces alcalde y candidato a la reelección, José Luis Peñalvo, la inclusión de varios paracaídistas en su lista. Ante la negativa de éste a cambiar su candidatura y a menos de dos meses de la cita electoral, los responsables de la Ejecutiva regional optaron por nominar a Rodríguez como cabeza de lista, colocando en segundo lugar al independiente Gil Bergua, decisiones equivocadas, como se pudo comprobar más tarde al no contar en las urnas con el respaldo de sus electores. Tanto fue así que los populares no sólo perdieron el Ayuntamiento, sino dos de los 10 ediles obtenidos cuatro años antes por Peñalvo, lo que permitió la llegada a la Alcaldía al joven socialista, José Pablo González, gracias a la mayoría simple conseguida por el PSOE y al Gobierno de coalición pactado con Izquierda Unida.
Llueve sobre mojado
Todo esto nos viene a demostrar que ni hace ocho años José Luis Peñalvo era santo de la devoción de Génova, ni ahora tampoco parece serlo Julio Henche. Recuerden que el aún candidato a las elecciones del próximo mes de mayo fue uno de los últimos en ser ratificado por la Ejecutiva regional, y aún así ni siquiera fue presentado como correspondía al aspirante a la Alcaldía de un municipio que cuenta con cerca de 60.000 habitantes, como ocurrió en otros actos celebrados en localidades similares, donde estaban presentes Rajoy, Esperanza Aguirre, Ignacio González y el resto de la plana mayor del PP. Por entonces ya se rumoreó que Martín Marín no veía con buenos ojos esa candidatura y que, incluso, el ex secretario de Estado había propuesto para ese puesto a otra persona relacionada con su entorno social, de ahí el retraso, para algunos incomprensible, de una proclamación que ya había generado rumores para todos los gustos. En Madrid optaron al final por aceptar a Julio Henche tras llegar al convencimiento de que solamente él contaba con el respaldo mayoritario tanto de la Ejecutiva local como de muchos militantes villalbinos (sólo un puñado de afiliados mantenían su fidelidad a Carmen Rodríguez que, después de perder dos elecciones consecutivas, había decidido -o al menos eso era lo que decía- retirarse a sus cuarteles de invierno, para dejar paso a otro candidato). El problema está ahí, y salvo que en las próximas horas Génova de marcha atrás en su imposición Henche no encabezará la lista popular el próximo 27 de mayo. Y esto se produce a menos de dos semanas del cierre del plazo de presentación de las candidaturas. ¿Se atreverá la Ejecutiva popular a afrontar una crisis tan grave en vísperas de unas elecciones? A tenor de estos hechos y viendo, además, lo que está pasando en Galapagar, donde los populares parece que han presentado dos listas, una apadrinada por el ex alcalde, José Tomás Román, y la otra por el secretario general y actual regidor, José Luis González, todo puede ser posible.