Patrimonio Nacional toma nota de la unidad política y del empuje ciudadano en San Lorenzo
viernes 18 de septiembre de 2015, 01:11h
La polémica alrededor del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial ha dado un giro después de la reunión mantenida esta semana entre la alcaldesa y los máximos responsables de Patrimonio Nacional, con el fin de trasladarles la inquietud existente ante el cierre del Palacio de los Borbones y de los museos de pintura y arquitectura. No se trata de un giro de 180 grados, pero al menos sí se intuye una voluntad de rectificar algunos de los pasos que tan equivocadamente se han dado en las últimas semanas, aunque cabría añadir que el presidente de este organismo, José Rodríguez-Spiteri, anunció recientemente su próxima renuncia al cargo (a lo que previsiblemente se sumaría el cese de la actual gerente, Alicia Pastor), por lo que no será hasta la designación de una nueva dirección cuando se confirme definitivamente el rumbo que toma esta cuestión.
En cualquier caso, lo que no admite duda es el anuncio de la reapertura en octubre del Palacio de los Borbones, incluyendo más salas en la visita libre. Pasar por alto esta zona del Monasterio, como inicialmente se pretendía, era un absoluto disparate desde el punto de vista histórico, por lo que con esta decisión parece recobrarse el sentido común. Bien distinto es que se pretenda, como parece, introducir un criterio cronológico en la visita, de modo que ésta empiece por el Palacio de los Austrias; es decir, la parte más estrechamente ligada a Felipe II.
Por otra parte, Patrimonio Nacional anuncia que creará un centro de recepción de visitantes, así como un centro de interpretación en las Casas de Oficios (concretamente, en la zona situada junto al Parque), en donde se ubicaría parte del museo de arquitectura, una iniciativa que puede contribuir a mejorar la visita, pero que se plantea con cierta ambigüedad y sin definir exactamente su contenido. Además, la incertidumbre continúa rodeando el futuro de numerosas obras actualmente en proceso de restauración, así como de otras que forman parte del patrimonio del conjunto monumental: ¿Volverán al Monasterio o se baraja su traslado al futuro Museo de Colecciones Reales en Madrid? Esta es la pregunta capital, que aún sigue sin respuesta. Mientras tanto, los responsables de Patrimonio Nacional han confirmado la celebración entre febrero y noviembre de 2016 de una exposición sobre El Bosco, presentando la restauración de El carro del heno. Una línea por la que se debería seguir apostando de forma decidida, ya que añade nuevos atractivos a la visita.
No se han resuelto todas las incógnitas, pero en cualquier caso es necesario reconocer la unidad de los grupos políticos de San Lorenzo a la hora de abordar este problema y, principalmente, el empuje y la determinación de los vecinos para defender la integridad del patrimonio histórico y artístico del Monasterio, que para los gurriatos no es sólo un monumento, sino una parte fundamental de su propia identidad.