Una justicia lenta y desesperante
lunes 13 de abril de 2015, 09:38h
Yo no sé de qué manera y lo peor es que tengo la sensación de que nadie sabe tampoco como se puede hacer. Lo que sí es cierto es que todo el mundo empieza a estar harto, requete harto de los procesos sobre la corrupción. Un mes y otro mes, un año y otro año y dale que te pego. ¿Acaso no se puede, mediante un presupuesto extraordinario, dotar suficientemente a la Justicia para que todos los procesos se terminen por la vía rápida?
¿Es tan difícil terminar de una vez con esos sonoros procesos judiciales? El caso ‘Bárcenas’, los ERE, Pujol, la Gürtel... Porque una cosa es una mala noticia y otra tenerla todos los santos días erre que erre. Hasta los imputados deben estar cansados de tanto esperar. Seguro que más de uno estará diciendo: “Venga ya, que sea lo que Dios quiera, pero que me quiten este martirio chino!”. Y lo peor de una grave enfermedad no suele ser la muerte, sino el sufrimiento de estar esperándola todos los días, el ‘comecoco’ de rumiar lo que viene. No hay medicamento alguno que elimine esta angustia. Pues esto debe ser igual. Problemas más gordos debe tener nuestro país y se solucionan. ¿Tan difícil sería que Gobierno y Poder Judicial planificaran, estudiaran, dotaran y llevaran a cabo una operación rápida y definitiva de estos temas?. Y ¿por qué? Por salud pública. Lo hemos visto en las elecciones celebradas recientemente en Andalucía. La gente está tan cabreada que tira al monte. Y es que no pasa día en que no se repita y repita este tema de nunca acabar. Un hecho grave, un delito, un comportamiento indigno, un atropello... merece un castigo ejemplar para los culpables. Pero no para castigar al pueblo con el regodeo diario del dale que dale. Llega a tal punto el ánimo de los ciudadanos, de los contribuyentes, de los votantes, que se hace general la idea de que todos son iguales, que los políticos son una casta de sinvergüenzas y ladrones, lo que provoca que el pueblo pierda la fe, la esperanza y hasta la caridad. ¿Está justificado un proceso rápido cueste lo que cueste?.
Recordemos las palabras pronunciadas por Ciceron en el Senado romano sobre el corrupto y conspirador Catalina: “¿Hasta cuando quieres abusar de nuestra paciencia?” Dos mil años después el pueblo español también podría preguntar a sus autoridades políticas y judiciales lo mismo. ¿Hasta cuando tenemos que seguir sufriendo esta pesadilla?.
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Ultimos comentarios de los lectores (1)
22588 | Julia Ramos - 20/05/2015 @ 23:00:12 (GMT+1)
Aparte de solventar la lentitud de la Justicia, lo que hay que hacer es no votar a los partidos corruptos, o que tienen y han tenido corruptos y gente nada clara en sus filas y, lo que es peor, en sus listas. Aquí sobrada muestra tenemos: el anterior alcalde, Sr. Juarez, en libertad bajo fianza, el Sr. Granados, también del P. P. en la cárcel, el Sr. Bárcenas, Caso Naseiro... y todos del Partido Popular. Si seguimos votándolos, nosotros seremos los culpables.
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