Copias de cuadros realizadas a mano: los mejores pintores al alcance de todos los bolsillos

Según señala el artífice de esta empresa, Jaime Castro, por un módico precio uno puede disfrutar de una réplica de un Van Gogh, un Manet, un Sorolla o el más contemporáneo Gauguin. Las copias son tan exactas y de tal calidad que sólo un especialista en arte podría distinguir si se trata de una copia o del original. Las obras están pintadas a mano por profesionales que no utilizan ningún medio mecánico. La idea de este novedoso negocio surgió por casualidad. Jaime estaba decorando su nueva casa y quería poner cuadros de su pintor favorito, Vincent Van Gogh. Empezó a buscar alguien que los pintara, pero, según explica, “a la mayoría de los pintores no les gusta hacer encargos”. Entonces pensó que como él a otras personas les gustaría tener en casa réplicas de cuadros de sus pintores favoritos. En Artefamoso disponen de un amplio catálogo con las obras más representativas de los artistas más famosos, pintura religiosa, bodegones o arte abstracto. Cualquier cuadro de cualquier pintor que haya muerto hace más de 70 años puede ser copiado. Obras maestras tan conocidas como La creación de Adán, de Miguel Ángel, Las Meninas de Velázquez o la Gioconda de Leonardo da Vinci pueden ser disfrutadas por cualquier amante del arte en su casa. Según nos comenta este empresario villalbino, en caso de pintores más modernos es necesario solicitar una autorización a los herederos y se les tendría que abonar el 10 por ciento de precio del cuadro, pero como es una cantidad insignificante “no se molestan ni en responder, por lo que no copiamos cuadros de Miró, Picasso o Dalí”. En esta especie de pinacoteca pintan a mano cualquier tipo de encargo partiendo de una fotografía: retratos, paisajes, edificios, bodegones, animales... Asimismo, realizan pintura religiosa y mitológica. Uno de los cuadros más demandados es El beso, del austriaco Gustav Klimt. Los encargos suelen tardar unos seis meses.