Julio Henche: “Al proyecto de José Pablo González no le queda gasolina”
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
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El líder del Partido Popular villalbino, en un momento de la entrevista (Foto: ALEJANDRO SÁNCHEZ) |
Julio Henche terminó la reciente Tragamillas con un tiempo de 2 horas y 14 minutos, marca que en la próxima edición espera rebajar corriendo como alcalde. Para ello, afronta esta prolongada recta final hacia las elecciones del 27 de mayo con confianza y encabezando una lista que promete incluir muchas caras nuevas. Afiliado al Partido Popular desde 1993, en noviembre de 2003 tomó las riendas de la gestora que se creó para hacer frente a la crisis y en abril de 2005 fue elegido como nuevo presidente del PP local. El pasado viernes, en un acto celebrado en el centro cultural Peñalba, tuvo lugar su presentación oficial como candidato, la última de los alcaldables de Collado Villalba y con la que entramos de lleno en la precampaña.¿Satisfecho con la presentación? Sí, desde luego. Queríamos que el primer acto fuese muy significativo, mandar un mensaje que nos identificase claramente y también llegar al mayor público posible, y creo que cumplimos los objetivos: el del público, porque las expectativas se cumplieron con creces, y el del mensaje. Si te vas a dedicar al servicio público, lo primero que hay que hacer es ganarse la confianza de los ciudadanos, y para mí éstos sólo pueden confiar en quien da imagen de transparencia y honradez.La mayor prueba que yo podía dar en este sentido era contar todo lo que soy y explicitar mis bienes e ingresos; y no sólo eso, sino también el compromiso público y ante notario de dar cuenta de cualquier tipo de gasto o ingreso mientras sea cargo público.
¿La transparencia va a ser uno de los ejes fundamentales de su campaña?
Sin duda. Creo que ha habido un retroceso en el Ayuntamiento de Collado Villalba en cuanto a transparencia, empezando con los partidos políticos, con las dificultades que hemos tenido a lo largo de dos legislaturas en cuanto al acceso a la información y las malas y escasas respuestas a las cuestiones que hemos planteado. Los propios ciudadanos vienen con peticiones que no se atienden. La gestión de José Pablo González se ha caracterizado por la opacidad en todos sus puntos.
Tras este planteamiento genérico, supongo que ahora habrá que descender al terreno de las propuestas concretas...
Bueno, empecé a nivel general porque creo que la manera de explicar lo que uno quiere es hablar de la estrategia, del proyecto, y éste fue el primer mensaje que dimos el viernes. Ahora hay que pasar a otros niveles para concretar cómo vamos a llegar a esos objetivos. A la gente primero hay que decirle qué modelo de ciudad proponemos. Villalba tiene que convertirse en una referencia a nivel empresarial, un polo de atracción que actúe como una locomotora. Algunas empresas de ámbito multinacional estarían encantadas de tener aquí su base de operaciones. Otro objetivo sería convertir la ciudad en referencia en el ámbito del ocio y de la cultura. En tercer lugar, hay que conseguir que la localidad participe en los proyectos deportivos de alcance universal, como son unas olimpiadas, porque significa imagen y prestigio, además de una extraordinaria fuente de ingresos e inversiones. Y viendo la realidad, el cuarto objetivo es que nuestro municipio sea un lugar de excelencia y calidad de vida; eso implica más seguridad, más y mejor vivienda y dotar a la localidad de servicios para la familia y la infancia, que no han existido en el Gobierno de José Pablo González. Esos son los cuatro ejes en los que ya hay que empezar a trabajar.
¿Cuál cree que es el mayor déficit de Collado Villalba?
Villalba ha crecido de forma desorganizada. No se ha planificado a medio y largo plazo. Se han hecho cosas de estética, imagen, pero nada más... Creo que la obra de Honorio Lozano va a ser una hipoteca grande para las escasas prestaciones que va a dar. Vamos a pagar las consecuencias a corto plazo, porque la política de enajenar patrimonio que ha hecho el Ayuntamiento va a impedir que tengamos facilidades para crear esas infraestructuras.
En cuanto al proyecto de Honorio Lozano, el alcalde admitió la semana pasada que las obras acumulan un retraso considerable. ¿Va a tomar el PP algún tipo de medida?
En el último pleno nuestras intervenciones fueron en ese sentido, pidiendo explicaciones, y entonces no se dijo claramente cuándo iban a acabar la obra. Una vez más nos tenemos que enterar por la prensa, porque el pleno ha quedado como un mero teatro. Sólo después de esa sesión ha sido cuando el alcalde se ha atrevido a anunciar lo que era evidente desde el primer momento, y es que las obras no acabarían en mayo, sino el 30 de octubre. Vamos a vigilar esa obra porque hasta ahora se están cumpliendo todos motivos que expusimos en su día para oponernos: seguridad, retrasos, costes, molestias, cierres de negocios, problemas de tráfico... Las responsabilidades políticas son evidentes por parte del alcalde, porque se trata de un empeño personal suyo, y en cuanto a las jurídicas, está claro que hay que exigirlas si hay un contrato y una parte incumple de manera grave. Yo no sé si el alcalde será capaz de pedírselas a la empresa, pero desde luego hay que hacerlo.
¿Cree que es algo que le puede pasar factura electoral al PSOE?
Los ciudadanos no tienen un pelo de tontos y sí bastante criterio, a pesar de la propaganda y del intento de manipular a la gente. La realidad es que los ciudadanos le van a pasar factura de esto y de otras cosas. Eso nos lo dicen las encuestas, donde hay una tendencia muy clara ascendente del PP a todos los niveles y descendente en el PSOE. A dos meses vista de las elecciones, uno tiene que pensar que en mayo va a haber una buena sorpresa para el actual Equipo de Gobierno.
¿A su juicio hay ambiente de cambio?
Hay factores a nivel de política general, y a nivel local tenemos que tener en cuenta que los ciudadanos quieren gestión, eficacia y proyectos atractivos. El proyecto de José Pablo González se ha acabado, no le queda gasolina.
¿Cuál es su valoración de la gestión del PSOE?
Yo le daría un suspenso, porque si se compara el crecimiento en la Comunidad de Madrid, que ha sido de un 25 por ciento en los últimos 10 años, resulta que en Villalba estamos bastante por debajo de la media. La planificación ha sido desastrosa y no se han resuelto los problemas graves del municipio en materia de seguridad, vivienda y tráfico. Se ha hecho una gestión estética, de fachada, de cara a la galería, pero no de futuro, sin profundizar en las soluciones para los problemas que hay, que es lo que tiene que hacer un político: sentar las bases y dejar las cosas bien preparadas para varias generaciones y no pensando sólo en las elecciones cada cuatro años. Y desde luego hay que contar con el papel de la Comunidad de Madrid, porque todos los grandes proyectos, desde la biblioteca al Centro de Salud o la Escuela de Música, han pasado por el Ejecutivo regional, que ha aportado más que el propio Ayuntamiento.
¿Por qué cree que en los últimos comicios locales el PP no ha obtenido los mismos resultados que en las autonómicas, donde sí ha estado a la par que el PSOE?
Arrastramos unas circunstancias del pasado, con unos procesos de renovación del Partido Popular que no fueron fáciles, y eso nos pasó factura. Pero eso ya es algo totalmente superado, porque ahora mismo el PP ha realizado una renovación total y cuenta con un equipo de gente joven, preparada, que se corresponde con la sociedad actual que hay en villalba y no con la que había hace 10 ó 12 años. El objetivo es conseguir que nuestros votantes nos voten; si logramos eso tendremos garantizado el triunfo. Es tan fácil como que el señor que mete una papeleta del pp en las autonómicas, las generales o las europeas sepa que aquí somos el mismo equipo y nos comprometemos en todos los sentidos con lo que hace el partido a nivel regional y nacional.
¿Ha sido difícil poner orden en el Partido Popular?
Todos los procesos de cambio tienen dificultades, eso no lo vamos a negar, pero no me quejo, porque dentro de esas dificultades hemos permanecido unidos, hemos dado imagen de equipo, hemos seguido trabajando y desde hace dos años y medio tenemos prácticamente un 30 por ciento más de militantes. Eso se debe traducir en las listas que vamos a presentar, con una renovación total.
¿Tiene ya perfilada la lista con que el PP concurrirá a las elecciones?
Sí. El 90 por ciento van a ser caras nuevas, con un perfil muy representativo de Villalba y una media de unos 40 años; habrá empresarios, profesionales, gente muy preparada y creo que también algún apoyo muy importante. Estoy con los últimos flecos de la lista, que espero presentar en los últimos días de este mes, aunque por encima de las personas debemos dejar claro en el mensaje cuál es el proyecto que tenemos para Villalba.
Una de esas caras nuevas en el PP villalbino ha sido la de Amando de Miguel. ¿Qué opinión le merece la polémica en cuanto a su incorporación a las filas populares?
Primero hay que tener en cuenta, y nosotros lo aceptamos así, que Amando de Miguel es un hombre crítico con todo. Confesó ser votante crítico del PSOE en 1982 y se identifica ahora como votante crítico del PP en 2007. Es un hombre de pensamiento libre, un intelectual que no tiene pelos en la lengua. Su presencia les ha inquietado muchísimo porque es un personaje notorio y público, y la reacción virulenta, antidemocrática y ofensiva que se tuvo cuando se presentó como miembro del PP demuestra el nerviosismo que tiene el PSOE.
¿Ocupará un puesto relevante en la candidatura?
Estará en la lista, seguro. Mi intención es que vaya en la mejor ubicación posible, aunque su intención es ser de los últimos, porque no quiere ningún protagonismo personal. Pero en la medida en que nosotros gobernemos, nuestro equipo será de personas de reconocido prestigio intelectual, profesional y cultural.
¿Detecta una inquietud creciente en el Partido Socialista?
Totalmente. El alcalde es persona que tiene tendencia fácil a la inestabilidad, que es la antítesis de lo que soy yo, que me considero una persona muy pausada y equilibrada. Creo que está muy pendiente de mí, y eso es porque las encuestas le dicen lo mismo que a nosotros: que no tiene para nada la mayoría absoluta y que se está agarrando a la ventana mientras otros estamos subiendo en ascensor.