Un debate diferente

El viernes, el día antes de la manifestación de una España contra otra, el Parlamento Federal de la Alemania única y unida aprobaba el aumento progresivo de la edad de jubilación, que pasará a ser de 67 años en 2029. Lo harán poco a poco. En 2012 se retrasará la edad para jubilarse un mes por año (le tocaría a los que nacieron en 1947), aumentando los retrasos en años sucesivos hasta la fecha en que todos los trabajadores se retiren a los 67. A esto se le llama prevenir, y también hacer frente a los problemas antes de que se conviertan en irresolubles. Los alemanes no se duermen en los laureles de una economía que se encuentra entre las más potentes del mundo.

Hace unos años no dudaron en reformar el mercado laboral y recortar los subsidios de desempleo, pese a la oposición radical de los sindicatos, por una razón: el sistema iba a colapsarse a medio plazo. Ahora le ha tocado a la jubilación. Por una razón semejante, en 1960 había ocho alemanes trabajando por cada alemán jubilado, y hoy son tres. Si no se aplaza la edad de jubilación, en 20 años no habría pensiones para todos y solo los pudientes llegarían a la vejez sin estrecheces. Por eso interesa trabajar un poco más.