El PSOE afirma que el Valle de los Caídos es un “símbolo de agravio y exclusión”
viernes 14 de noviembre de 2014, 01:47h
El PSOE pretende que el Congreso deje claro que el Valle de los Caídos es un monumento “contrario a la cultura de la convivencia, la paz, la concordia cívica y la reconciliación” y que constituye un “símbolo de agravio y exclusión” de “una buena parte de la ciudadanía”, por lo que considera imprescindible que el Gobierno promueva “las actuaciones que sean necesarias para proceder a su reconversión y resignificación”.
Este es el objetivo que persigue la proposición no de ley que promovió este verano el diputado socialista por Guipúzcoa y ex alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, y que finalmente el PSOE ha registrado esta semana para que sea debatida en la Comisión de Cultura del Congreso, precisamente a pocos días de que se celebren los habituales actos el 20 de noviembre con motivo de las muertes de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera, enterrados a los pies del altar mayor.
En el texto, el partido de la oposición recoge la disposición adicional sexta de la Ley de Memoria de 2007 que asegura que la Fundación gestora del Valle de los Caídos incluirá entre sus objetivos “honrar y rehabilitar la memoria de todas las personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil”, así como de las víctimas de la represión política de la dictadura “porque supondrá un progreso moral para la convivencia”.
Además de “educar en favor de una memoria democrática compartida, de la paz y el respeto a los derechos humanos”, el PSOE quiere que esta entidad persiga el fomento de la cultura de la reconciliación y la convivencia en el seno de la sociedad española y la dignificación de los restos de las 33.847 personas, “de uno y otro bando”, que están inhumadas “en mal estado y de manera poco digna en los numerosos columbarios que hay en ocho criptas”.
Por ello, indican los socialistas, este conjunto monumental debería dejar de ser en la práctica un “espacio exclusivo” de homenaje a las víctimas de una de las partes implicadas en la Guerra Civil.
Comisión de expertos
Elorza recuerda que en 2011 una comisión de expertos, a petición del entonces Gobierno socialista, recomendó buscar consensos políticos y sociales para avanzar en la tarea de resignificar y reconvertir el sentido del Valle de los Caídos, dignificar el cementerio, frenar el deterioro general de edificaciones y esculturas y atender las reclamaciones de los familiares de las personas allí enterradas.
Esos expertos también apostaron por crear un espacio de meditación cívica a modo de memorial, así como un centro de interpretación e investigación de la historia, por cuidar el parque natural, exhumar los restos de Francisco Franco y que los restos mortales del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, se trasladen a un lugar “no tan preeminente”.
Estas recomendaciones, aseguran desde el PSOE, han sido compartidas por la misión de trabajo de la ONU que ha visitado España para interesarse por los desaparecidos en la Guerra Civil. Por eso urge a abordar, lo antes posible, las actuaciones de resignificación del Valle de los Caídos para convertirlo en un punto de referencia donde desarrollar la cultura de la convivencia y que actúe como “un semillero de paz”.
En concreto, plantea la creación de un centro que cuente con un taller de trabajo para educar en valores democráticos como la defensa de la cultura de paz, los derechos humanos y la reconciliación, un espacio de encuentro de ideas democráticas e iniciativas ciudadanas que sirva para gestionar la recuperación de la memoria histórica, la dignificación y el reconocimiento a todas las víctimas.
Bajo esta premisa, los socialistas proponen que el Congreso proclame que “el mausoleo religioso-arquitectónico denominado Valle de los Caídos es contrario a la cultura de la convivencia y de la paz, a la concordia cívica, a la reconciliación de la ciudadanía española y a la rehabilitación de la memoria colectiva democrática de las víctimas de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura franquista”.
Y concluyen que lo es “porque su configuración, contenidos y significación representan hoy un símbolo de desprecio a los valores señalados” y “de agravio y de exclusión a buena parte de la ciudadanía”. Por eso, aspiran a que la Cámara emplace al Gobierno a “promover las actuaciones que sean necesarias para proceder a su reconversión”.