Opinión
Más festejos
viernes 31 de octubre de 2014, 02:30h
El otoño para el campo marcha bien. Los ganaderos lo notan en su bolsillo. Después de tantos caídos en la batalla de la crisis, algunos comienzan a sacar la cabeza. No es para lanzar las campanas al vuelo, pero se nota una ligera mejoría. Después de cada temporada, vienen los análisis y los resultados. Este año hay un pequeño repunte en las corridas de toros celebradas entre España y Francia, también lo notan las novilladas con caballos, 54 más que en 2013. También en la Sierra: Collado Villalba, Guadarrama, San Lorenzo del Escorial o San Agustín de Guadalix han incrementando respecto al año anterior, aunque sea sólo en un festejo mayor. Esperemos que esta tendencia sigua al alza.
El precio del ganado también ha subido. Ha habido menos corridas en el campo. A final de temporada, se han sacado muchos utreros para novilladas picadas. Faltaban toros y novillos para las capeas y encierros. Escaseaba la materia prima. Su valor ha subido ligeramente y los precios no están por los suelos. Los ganaderos son conscientes porque se ha matado mucha vaca nodriza y las camadas de las ganaderías cada vez son más cortas, desde añojos, hasta la saca de cuatreños.
Para 2015 los precios van a subir. Si todo sigue en esta línea ascendente, pueden escasear los novillos cuando vengan los meses del verano. Tampoco para que nadie se vuelva loco, pero el valor del producto crece. Lo van a notar las corridas de toros de las plazas de primera categoría. Para abastecer a ese mercado la cosa resulta más complicada. Los grandes veedores llevan tiempo advirtiéndolo y la temporada venidera se confirmará. No será de extrañar ver en un festejo mayor toros de dos o hasta tres ganaderías, sobre todo de las del gusto de los toreros.
Al ganadero se le ha apretado mucho, ya no podía soportarlo más. El aumento de los costes es muy elevados y el beneficio muy escaso, eso cuando no había cuantiosas pérdidas. A los empresarios peseteros les va suponer más trabajo encontrar esas gangas de principio de temporada. Seguirán buscando en las rebajas de enero, pero lo tendrán más complicado. Eso sí, esas corridas de 12.000 murieron o aquellas novilladas de 6.000. Que se despidan de dar esos sablazos en la paletilla. La cosa ha cambiado, aunque no les faltará tiempo para balbucear al alcalde de turno y arañar más subvención.