Los novilleros Borja Jiménez y Roca Rey triunfan en Guadarrama ante un buen lote de Joselito
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Sábado 4 de octubre. Novillos de El Tajo y La Reina (4º), bien presentados, nobles y manejables. Peores 2º y 5º. Extraordinario el 6º por bravo y enclasado; de nombre ‘Valiente’, fue premiado con la vuelta al ruedo. Borja Jiménez, vuelta al ruedo y dos orejas; Varea, saludos desde el tercio y oreja; y Roca Rey, palmas y dos orejas. Tres cuartos de entrada.
Domingo 5 de octubre. Novillada de la Hermandad de San Francisco de Asís. Novillos de Pablo Mayoral, bien presentados y de poco juego. El mejor, el 4º. Tomás Ángulo, silencio en los dos; y Víctor Álvarez, oreja y ovación.
Se cerró la feria de novilladas de Guadarrama 2014. Y lo hizo con éxito y con dos novilladas picadas con argumento y alicientes. Buen nivel tanto en el plano artístico como en la asistencia de público, tres cuartos de entrada el sábado y el domingo es una excelente noticia. La feria serrana está consolidada y es un escaparate de referencia. Así se ha demostrado, una cita ineludible con tres novilladas de categoría.
Borja Jiménez y Roca Rey abrieron la puerta tras dos buenas actuaciones. También hubo orejas para Varea y Víctor Álvarez.
Buen encierro el enviado a Guadarrama por Joselito el pasado 4 de octubre, con un novillo de extraordinario comportamiento para el que se le dio la vuelta al ruedo con todo merecimiento. Roca Rey se reivindicó en la feria de San Miguel como un valor en alza. Le funciona la cabeza al peruano, tiene valor y cuajó una faena muy brillante sobre ambas manos con gran temple, largura en el muletazo y ligazón. Aprovechó la bravura y buena clase del novillo El Tajo para torearlo con pulso y valor para rubricar esta faena más en corto y rematada con un soberano espadazo. Antes ya había enseñado su tarjeta de presentación en una faena de menos a más donde acabó metiendo en la muleta a un novillo que tuvo genio. El bajonazo en lo blando le privó de tocar pelo.
Borja Jiménez cortó dos orejas y también abrió la puerta grande, el segundo trofeo un tanto generoso. El sevillano realizó una faena de muchos recursos al cuarto, un animal noble que no humilló y ante el que el sevillano mostró su bien aprendido oficio para trazar una faena más populista que caló en el tendido y donde brilló en el toreo accesorio. La buena ejecución de la estocada fue fundamental para el segundo trofeo. Ante su primero acabó metiendo en cintura a un novillo que se movió hasta que se rajó. No lo mató bien y se esfumó algún premio.
Varea entró por la vía de la sustitución y aunque su lote fue el peor y más soso, volvió a tener una actuación lucida y de novillero con mucho porvenir. A su primero, carente de emoción, el castellonense lo toreó con mucha suavidad y dejó naturales de gran profundidad. Mató con eficacia y tras una ligera petición de oreja declinó dar la vuelta al ruedo. Ante el quinto, el novillo de menos opciones del buen encierro de Joselito, hilvanó una faena de mucha disposición y donde volvió a dejar patente su sentido del temple a pesar del poco fondo y complicaciones de su oponente. Una faena donde el novillero no se cansó de estar delante del novillo para matarlo con eficacia. Varea es la sensación de esta temporada y puso el broche el pasado martes en Zaragoza donde paseó tres orejas e indultó un utrero de Marcuello.
Si las novilladas con los hierros de Montealto y El Tajo y La Reina respondieron y dieron un gran juego, no mantuvo el mismo tono el encierro de Pablo Mayoral jugado el domingo en el broche de la feria. El único astado bueno y con opciones de triunfo fue a parar a manos del local Víctor Álvarez, que no llegó a entenderse con el animal a pesar de su buena voluntad. Antes había paseado la única oreja del festejo tras una actuación entregada en los tres tercios y donde estuvo muy arropado por el público. El novillero de Badajoz Tomás Ángulo lo intentó, pero no consiguió brillar en una tarde más bien discreta.
La gestión directa a través del Ayuntamiento ha vuelto a dar unos resultados excelentes, lejos del empresariado y el oportunismo del taurineo.