La narbonada
Alfredo Fernández
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha vuelto a provocar y cabrear al mundo taurino. Me fastidia hablar del tema porque al final entre todos vamos a conseguir darle la importancia que esta señora quiere tener. Y eso es lo que me fastidia, aunque por otro lado duele no decirle dos cosas a la ministra “del pobre torito”.
Yo no sé qué le pasa a esta señora, pero cada vez que abre la boca es para decir una payasada en contra de la Fiesta de los toros. Parece ser que la ha tomado con nosotros y que no tiene otra preocupación más grande que la de machacar de forma sucia y cínica contra la Fiesta. A la mínima aprovecha para asestar una cuchillada. Más vale que se dedicara a sus asuntos y a su cometido y que se olvide de una vez de este mundo. Que arregle sus problemas, que los tiene y gordos.
Esta metiendo la garza hasta el fondo, y mira que sus compañeros de partido le han dicho ya que se esté calladita. Por su culpa, se está creando un mal ambiente. Y encima mintiendo. No entiende nada. Va a su bola. No tiene ni idea y se saca de la manga historias para no dormir para ir en contra de la Fiesta. Está obsesionada. Sólo va a conseguir enfadar al personal y con declaraciones tan desafortunadas como las que viene haciendo últimamente lo único que va a hacer es restar votos al PSOE. Muchos aficionados que votan a este partido, si siguen contando con políticos así, seguro que se lo pensarán en las próximas elecciones. Yo sé de unos cuantos, que ya no lo harán.
La Fiesta, desde siempre, no ha entendido de ideologías. Porque no es de derechas ni de izquierdas, sino de todo un pueblo. La política a un lado, por favor. Y nuestros políticos tienen la obligación de callarse y ayudar a la Fiesta, porque aparte de lo mucho que genera, y de formar parte de las raíces de este país, es, pese a quien pese, el segundo espectáculo de masas de España.
Al que no le guste, que no vaya, y a los que la queremos, que se nos respete como nosotros respetamos a quienes no les gusta.
Muchos dirigentes socialistas están en contra de la actitud tomada por la ministra de Medio Ambiente, porque además hay grandes personas que han ayudado a la Fiesta, y ayudan, desde el PSOE, pero lo que pasa ahora con Narbona sólo se puede calificar de bochornoso. Claro que la culpa no la tiene ella, sino quien se lo consiente y no la manda a casa. Es intolerable.