El alcalde de Galapagar afirma que no piensa en las próximas elecciones, sino en las “generaciones futuras”
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El 30 de septiembre de 2008, Daniel Pérez Muñoz (PP) se convirtió en alcalde de Galapagar tras presentar una moción de censura que propició la salida de la socialista Carmen Toledano, que hasta entonces gobernaba en coalición con otros tres grupos. Desde entonces han pasado seis años, una etapa que el primer edil asegura que se ha caracterizado por una gestión “honesta, responsable y eficaz”. Así lo indicó ayer en una rueda de prensa convocada para hacer balance con motivo de este sexto aniversario, señalando que “en estos seis años, hemos avanzado más que en los últimos 50”.
Tras presentar un vídeo que resume algunas de las actuaciones más destacadas a lo largo de su mandato, Pérez Muñoz señaló que el Ejecutivo que preside no gobierna “pensando en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones”, con el objetivo último de dejar un municipio mejor. A este progreso, prosiguió, contribuye decisivamente la “estabilidad”. “Hemos realizado una gestión responsable, de manera que no gastamos más de lo que ingresamos, y además hemos demostrado que esto no está reñido con poner en marcha nuevos proyectos e inversiones”, indicó el alcalde.
Actuaciones destacadas
“En 2008 teníamos en Centro de Salud dimensionado para 13.000 personas, mientras que ahora tenemos uno que da servicio a los 33.000 habitantes de Galapagar; era una prioridad, y aunque no era competencia del Ayuntamiento, lo hicimos”, recordó el jefe del Ejecutivo galapagueño. Otro de los proyectos destacados, continuó, ha sido el de la Escuela Infantil de La Navata, por la que desde su puesta en marcha ya han pasado más de 400 niños. La construcción de un tanatorio-crematorio, la creación de nuevos parques infantiles y zonas deportivas, la mejora de la seguridad -con una importante reducción de los índices de delincuencia-, la escuela municipal de idiomas, la administración electrónica, las campañas de concienciación en materia medioambiental o el asfaltado de calles son otros de los puntos a los que el regidor hizo mención en este balance. Respecto a esta última cuestión, indicó que en breve se pondrá en marcha una operación asfalto que afectará a 53.000 metros cuadrados de viales, con una inversión de 800.000 euros.
Retraso en infraestructuras
Aún así, añadió, Galapagar presenta un retraso en infraestructuras respecto a otros municipios de la región, citando como ejemplo el caso de la biblioteca municipal, que será 10 veces más grande que la actual una vez que terminen las obras de remodelación en el Centro Cívico. El nuevo edificio administrativo (entre las calles Guadarrama y Pedriza), la mejora del parque del Toril, un campo de fútbol 7 o más contenedores soterrados son algunos de los proyectos que se harán realidad en los próximos meses, aseguró. “Se trata de hacer realidad ese nuevo Galapagar que habíamos prometido, sin renunciar a la esencia de nuestro pueblo”, subrayó, para después afirmar que “los próximos años son vitales” y que “todo lo que hemos hecho no se puede perder”
Reducir la deuda
Si algo ha caracterizado los últimos años ha sido la necesidad de emprender numerosos ajustes con el fin de equilibrar las cuentas. En este sentido, el alcalde, Daniel Pérez Muñoz (PP), destacó la positiva evolución de la deuda municipal, que en 2008 estaba en un nivel del 190 por ciento, muy por encima de lo permitido por la ley.
“Teníamos una deuda que suponía multiplicar por dos la cantidad de dinero que se ingresaba anualmente, lo que era inasumible; la situación estaba totalmente descontrolada”, recordó el alcalde. Ahora, añadió, el ejercicio 2014 se cerrará con un nivel de endeudamiento cercano al 100 % (unos 26 millones de euros), lo que supone una reducción en términos absolutos del 43 % respecto a los datos de 2008. Además, señaló el regidor, el Ayuntamiento ofrece “estabilidad” y “confianza” a empresas y vecinos, indicando en este sentido que el pago a los proveedores se realiza a 60 días aproximadamente, mientras que antes el plazo podía llegar a superar el año.
El primer edil galapagueño explicó que dentro de esta política de ajustarse el cinturón, se ha reducido un 16 % el sueldo de los cargos políticos y se han eliminado los gastos de protocolo y dietas, así como las subvenciones a los grupos municipales. Estas medidas, reiteró, “han repercutido directamente en el bolsillo de los vecinos”, con el programa de becas escolares o la bajada de impuestos como la tasa de basuras o el IAE.