Excelente balance tras terminar la temporada de máximo riesgo de incendios en la Comunidad de Madrid

La Comunidad de Madrid ha dado a conocer esta semana los datos correspondientes al Plan INFOMA, destacando que, aunque se han registrado más incendios que en años anteriores, la superficie quemada ha sido sensiblemente inferior. Y ello en buena medida gracias a la rápida intervención del cuerpo de Bomberos y también a los nuevos medios materiales que se han venido incorporando en los últimos ejercicios. Por supuesto, en esta circunstancia también hay un importante componente del factor ‘suerte’, pero de poco sirve ésta si no viene acompañada de un dispositivo adecuado.

La eficacia de las intervenciones ha hecho que el 82 por ciento de los fuegos se quedase en ‘conato’, mejorando de forma importante la media nacional, lo que ha contribuido a que la temporada de máximo riesgo se haya cerrado sin ningún incendio grave en nuestra región, algo ante lo que cabe felicitarse de forma rotunda, aunque en ningún caso puede suponer que bajemos la guardia. Está reciente el incendio que asoló unas 2.000 hectáreas en la Sierra Oeste hace un par de años y todavía persiste en la memoria el recuerdo de las llamas en el monte Abantos de San Lorenzo de El Escorial, sin olvidar otros siniestros declarados en localidades serranas como Collado Mediano o Valdemorillo. Mantener la inversión para luchar contra los incendios es fundamental, como también lo es realizar a lo largo del año las imprescindibles tareas de conservación, limpieza y prevención, que a la postre también pueden convertirse en las mejores aliadas para evitar un desastre desde el punto de vista medioambiental.

Por otra parte, sigue resultando llamativo que un 42 por ciento de los fuegos sea provocado, lo que obliga a actuar de forma contundente contra los pirómanos. Del mismo modo, el balance realizado por la Comunidad de Madrid revela que el 45 por ciento de los siniestros se producen como consecuencia de imprudencias o negligencias, hecho que pone de manifiesto que es necesario extremar las precauciones en el campo,evitando acciones que pueden parecer ‘inocentes’, pero al que en demasiados casos acaban provocando un daño gravísimo a nuestro entorno. Igualmente, las distintas administraciones han de proseguir con las campañas de concienciación medioambiental. Sólo así lograremos mejorar estos datos que, siendo buenos, no pueden hacer que caigamos en la tentación de pensar que ya está todo hecho en la lucha contra el fuego.