Luces y sombras
El gobierno del Ayuntamiento de Collado Villalba estará supeditado a los resultados que obtenga el PSOE
Manuel J. Ortega
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Las distintas formaciones políticas que concurrirán a las próximas elecciones municipales en Collado Villalba tienen una preocupación común: saber cómo va a responder el electorado el próximo 27 de mayo. Y al respecto ya se barajan algunos datos, entre ellos que el índice de participación va a ser muy similar (proporcionalmente hablando) al de año 2003, donde acudieron a la cita con las urnas poco más de 22.000 villalbinos. Ahora, los expertos hablan de 23.000, cifra que a priori y si tenemos en cuenta el incremento de las personas con derecho a voto (alrededor de 5.000), podría provocar una abstención por encima del 35 por ciento en una ciudad cuyo censo ronda los 60.000 habitantes. Claro que una cosa es el censo poblacional y otra el electoral, porque si bien el primero va a servir para que el Ayuntamiento de Collado Villalba aumente el número de concejalías (de 21 a 25), el segundo no mantiene el mismo crecimiento proporcional, lo que debemos imputar al hecho de que en este municipio el número de inmigrantes sin derecho a voto se estima entre un 17 y un 20 por ciento del padrón.
Quienes manejan estos datos, también aseguran que ADEI puede convertirse en la tercera fuerza política villalbina gracias a su labor de oposición durante la presente legislatura, sobre todo si la candidatura que lidera Alberto Sánchez consigue que el apoyo de los electores independientes no se disgregue, como sucedió en 2003, entre siglas tan poco representativas como las de LV, UI, LVCM, PADE y UDCA, que en el último escrutinio llegaron a totalizar unos 1.200 votos. Más difícil es pronosticar el futuro de Izquierda Unida, o al menos eso dicen los que andan metidos en estos asuntos. La baja de Alberich tiene distintas valoraciones (unos lo consideran positivo y otros opinan lo contrario), pero lo más evidente es que esta coalición cuenta con el voto fiel de más de 2.000 electores. En los comicios celebrados en 1.999 consiguió 2.401, 800 más que en 2003. Descenso achacable, según los más críticos, al hecho de haber gobernado durante cuatro años en coalición con el Partido Socialista.
También se anuncia un repunte del voto popular en relación a los últimos comicios, donde el PSOE casi dobló los respaldos obtenidos por el PP (12.168 los socialistas por 6.191 los populares, lo que traducido a concejales supuso un contundente 13-6). Y este giro al alza está basado más en la acertada política llevada a cabo por el Gobierno regional que preside Esperanza Aguirre, que en la labor realizada en los bancos de la oposición por el grupo municipal del PP en estos últimos años. También el cambio de candidato -Julio Henche ha sustituido a Carmen Rodríguez- puede incentivar el apoyo de simpatizantes y afiliados de un partido que, curiosamente, en los últimos ocho años y en la misma jornada electoral, suelen votar masivamente la lista autonómica, mientras se muestran más reacios a la hora de refrendar al candidato a la alcaldía. Si Julio Henche consigue mantenerse al rebufo de Aguirre en la siempre difícil tarea de convencer al electorado popular de que su opción es la mejor para gobernar el ayuntamiento villalbino, podría superar la barrera de las 10 actas de concejal, convirtiéndose así en una firme alternativa de gobierno. Pero la tarea no parece fácil.
Del PSOE, favorito indiscutible en todos los pronósticos a la hora de señalar al ganador de los próximos comicios, se puede decir que mantiene una candidatura continuista, puesto que las tres bajas producidas estaban cantadas (Johana Bielicka, Marisa Antón y José Manuel López) y también sus sustitutos: Juan José Morales, Amparo Ortiz y Luis García. Tampoco ha sorprendido el hecho de que la denominada guardia pretoriana de José Pablo González, es decir Juan José Concepción, Rosana Crespo y Gómez Sierra, hayan copado los primeros puestos de una lista donde los acostistas Belén Sánchez, Eugenio Sánchez, Carlos López y Mercedes Palatucci mantienen sus posiciones de antaño, hecho que viene a ratificar la buena relación que existe entre las distintas familias que conviven en el seno de la Agrupación local.
No obstante, una cosa es que el Partido Socialista inicie esta andadura preelectoral luciendo la vitola de favorito y otra, completamente distinta, es que consiga su objetivo, que no es otro que revalidar su actual mayoría absoluta. Cierto es que, manteniendo los actuales ediles, 13, lo conseguiría, pero tampoco mentiríamos si dijésemos que ocho años de gobierno suelen pasar factura y que tanto el Partido Popular como Izquierda Unida tocaron fondo tras la celebración de los últimos comicios, donde entre los dos sólo sumaron siete actas de concejal. Otra incógnita a despejar es el efecto que pueda producir entre los vecinos y comerciantes de las calles Batalla de Bailén, Honorio Lozano y otras limítrofes, las obras de construcción del parking subterráneo y saber si los afectados van a valorar más las molestias que sufren actualmente que los beneficios futuros que puedan obtener por las mismas. Y tampoco olvidemos la asignatura que debe aprobar en tiempo récord el Ejecutivo que preside González si quiere validar su actual mayoría absoluta, y ésta no es otra que volver recuperar cierta credibilidad en zonas tan importantes de nuestra ciudad como son el Parque de La Coruña y el barrio de El Gorronal, donde residen varios miles de votantes. Ahí puede estar el quid de la cuestión.