Los aullidos de Lobo Cojo
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
“Lo denuncia un amigo que reside en el Parque de La Coruña, por eso y, además, porque yo también lo he sufrido en mis propias ‘carnes’, no tengo más remedio que dar pábulo a sus quejas. Me estoy refiriendo, dice Lobo Cojo, a esos resaltes, ‘lomos de burro’ o artilugios sobreelevados que el Ayuntamiento, supongo que con la sana intención de reducir la velocidad de los vehículos que circulan por esta zona, ha colocado en los accesos a esta urbanización y, sobre todo, en la concurrida calle Gabriel García Márquez. Nada tengo contra las incómodas bandas sonoras, tan detestadas por los vecinos que tienen que soportar a diario sus ruidos, pero sí contra estos mamotretos de fabricación casera, construidos a ‘machamartillo’ por los operarios de la brigada municipal de obras porque, además de no respetar los cinco centímetros de altura que establece la norma técnica, son tan abruptos y su acceso es tan descarpado y agreste como para provocar no sólo el ‘quejío’ de los sufridos amortiguadores, sino de cargarse los bajos de la mayoría de los vehículos. Mi amigo se pregunta si el ‘diseñador’ de estos resaltes circula por nuestra ciudad en burro o en helicóptero, pues de no ser así es difícil entender que después de varios meses y de cientos de protestas, aún los mantenga vivitos y coleando. Como mi amigo es un pelín desconfiado, me dice que ha llegado a pensar que el hecho de que se sigan manteniendo estos badenes en contra de la opinión de los vecinos, puede ser una estrategia política, porque mientras se hable de ellos no se hará de otros temas más importantes. Por pensar que no quede”.