La Guardia Civil busca a una mujer por un asesinato cometido en Villalba hace dos años
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
María Laura Espínola Ojeda es una de las 10 delincuentes huidas de la justicia cuya identidad desveló el pasado lunes la Guardia Civil con el objetivo de obtener colaboración ciudadana para su detención.
Según la Benemérita, a Espínola se la busca por el supuesto asesinato de otra mujer perpetrado en Collado Villalba en 2012 tras narcotizarla para robarle 4.000 euros y más tarde abandonar su cuerpo sin vida en la autovía de Valencia, en la provincia de Cuenca.
Según fuentes de la Guardia Civil, María Laura Espínola, de 35 años, en colaboración con otras tres personas (dos hombres y una mujer, entre los que se encontraba su ex pareja) concertaron una cita con la víctima, Yulmer Josefina Sifontes de Paredes, venezolana de 32 años, en un bar de Collado Villalba.
Una vez allí, de manera disimulada, introdujeron algún tipo de droga en la bebida de la mujer, lo que provocó que sus facultades mermaran. Tras abandonar el local, los agresores supuestamente le dieron una paliza a la víctima y consiguieron que les facilitara el número secreto de su tarjeta de crédito. Después acudieron a un cajero automático y se apropiaron de 4.000 euros de su cuenta.
El 7 de octubre de 2012, fue hallado el cuerpo junto al pilar de un puente de la A-3, a la altura del municipio El Picazo. El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición y envuelto en unos plásticos.
La Guardia Civil inició la Operación Alarcón, en cuya primera fase se detuvo el pasado mes de septiembre a los tres supuestos acompañantes de María Laura, entre los que se encontraba su ex pareja, quien relató a los agentes los hechos.
Declaraciones en Paraguay
Sin embargo, esta misma semana, María Laura Espínola ha declarado a la radio Monumental AM de Paraguay que el verdadero autor del crimen fue su ex pareja, Miguel Ángel Vezga Morales. En una entrevista, aseguró que tras conocer que era una de las diez personas más buscadas por la Guardia Civil se “sorprendió” y dijo ser “inocente y víctima a la vez”. Según sus declaraciones, en aquel momento fue Miguel Ángel Vezga, con los otros detenidos, quienes mataron a la víctima y le obligaron a acompañarles en el vehículo hasta el punto kilométrico donde abandonaron el cuerpo. Más tarde, tras el nacimiento de su hija, la prófuga volvió a su país natal.