Del pretendido apostolado de la regeneración democrática a la falta de coherencia

En los últimos se ha instalado en la política nacional un discurso facilón y populista que ha ignorado en buena medida la situación económica que ha atravesado (y todavía atraviesa) nuestro país. Sus protagonistas se han autoproclamado apóstoles de la regeneración democrática, con resultados como los que podemos comprobar en Torrelodones, donde el superávit del que presumía el Equipo de Gobierno hace dos años y medio se ha reducido de forma considerable. Las arcas municipales, mantiene el Partido Popular, se han “empobrecido”; entre tanto, eso sí, se ha acordado la celebración de una consulta popular sobre las fiestas patronales, se ha encargado un estudio sobre la niebla en la localidad y se ha alcanzado un acuerdo con los promotores de Las Marías que permite salvar de la urbanización una parte de este sector, aunque a cambio de una generosa compensación de 2 millones de euros. Todo ello después del sainete de la cuestión de confianza con el fin último de aprobar los presupuestos por la puerta de atrás. Ésta es la realidad a día de hoy de Vecinos por Torrelodones, el mismo partido que hace unos años apareció apadrinado, entre otros, por Toni Cantó, ahora diputado nacional de Unión Progreso y Democracia (UPyD), otra formación que en este tiempo ha hecho bueno lo de que una cosa es pregonar y otra bien distinta, dar trigo.

Sir irnos demasiado lejos, un ejemplo de ello lo encontramos en Collado Villalba, donde este grupo ha pedido una y otra vez la apertura del hospital comarcal, mientras en la Asamblea de Madrid sus compañeros maniobraban en otra dirección, presentando enmiendas a los presupuestos regionales para que la asignación económica de 12 millones de euros para este año se destinase a otros centros, principalmente para pagar la productividad del personal sanitario de hospitales como Puerta de Hierro, Ramón y Cajal, San Carlos o La Paz. ¿En qué quedamos? Si la propuesta hubiese sido estimada, con toda probabilidad no estaríamos hablando ahora de la anunciada -y esperada- apertura de esta dotación, retrasada hace un par de años como consecuencia de la crisis. Se trata simplemente de actuar con un mínimo de coherencia, esa que también le falta al PSOE al plantarse ahora frente a la gestión privada de este centro de titularidad pública, cuando éste fue un acuerdo alcanzado bajo su gobierno.