OPINIÓN
Oportunidad y bajo coste
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Las novilladas son, o deberían serlo, festejos de oportunidad. Relanzar nuevos valores y fomentar la cantera es una labor que compete a todos los profesionales que quieran seguir viviendo de este mundo. Las dos primeras novilladas con picadores programadas en esta temporada deberían ser precisamente eso, una verdadera oportunidad, pero queda lejos de la realidad. En Valdemorillo, Tomás Entero ha montado un festejo con el hierro de Prieto de la Cal para poner la etiqueta de novillada torista. Bajo idénticos parámetros, la nueva empresa de Castellón, formada por Choperita y Matilla, ha montado para su feria de la Magdalena otra novillada, también del mismo hierro, para dar oportunidad a tres novilleros de la tierra -dos de ellos, Soler y Varea, de muy buenas condiciones, dicho sea de paso-. Lo de Prieto de la Cal tiene historia, leyenda, morbo o lo que ustedes quieran, pero desde luego que no es una ganadería que embista ni sea una oportunidad real para unas promesas que quieren abrirse paso en los albores de la temporada. Entero, tan hábil siempre, posiblemente con este cartel haya encajado a más de uno con carta de recomendación. Con otra ganadería hubiera habido cola para entrar. Llevando una de Prieto de la Cal lo más fácil es que la terna se estrelle como ha pasado con muchos novilleros que se han enfrentado a este peculiar hierro onubense.
En Castellón, más de lo mismo. La empresa no quería organizar una novillada y poco menos que la afición y la prensa les han obligado a ello. Han optado por suprimir las ganaderías toristas en el ciclo y han optado por el torismo de Prieto de la Cal. Barajaron una novillada de El Parralejo, divisa avalada por varios éxitos en la capital de La Plana, pero como ha pedido dinero a final se decantaron por los toros de colorines. Matilla es un crack para estas cosas. Lo más fácil es que los tres castellonenses y los anunciados en San Blas se la peguen y luego nos lamentemos que no hay novilleros y que no quieren ser toreros.
Ahora, varias preguntas encima de la mesa: ¿torismo o novilladas de bajo coste? ¿ahorro presupuestario? ¿rebajas invernales? Apoyemos siempre un torismo de calidad, como bautizó un periodista valenciano, con opciones para los toreros que hacen el esfuerzo, pero no vacadas de otro tiempo. Miura, Adolfo, Cebada, Victorino, Escolar, Fuente Ymbro, Baltasar Ibán, Flor de Jara o Dolores Aguirre son ganaderías de verdadero acento torista, pero lo de Prieto de la Cal es una bacalá que contará con el beneplácito de los foros extremistas, siempre respetables, pero que dista mucho del sentido de oportunidad novilleril que se debería ofrecer. Sólo nos quedan las sorpresas que da la Tauromaquia y que los utreros embistan, facilitando el triunfo a estos seis jóvenes novilleros.